¡Aleluya, Cristo ha resucitado!

La Pascua nos invita a ampliar nuestra imaginación.

Nuestra celebración de la resurrección aviva nuestra esperanza, pues celebramos la vida transformada desde la muerte. Cuando se trata del destino de nuestro planeta, puede ser fácil caer en la desesperación.

Una práctica pascual podría consistir entonces en preguntarnos, inspirándonos en una pregunta de la bióloga marina Ayana Elizabeth Johnson: «¿Y si acertáramos?«. ¿Y si acertáramos en nuestras ideas y trabajo sobre cómo cuidar la creación? ¿Cómo sería nuestro mundo? ¿Podemos dejarnos llevar desde un lugar de posibilidad, confiando en la gracia de Dios?

En este tiempo de Pascua, cultivemos una imaginación pascual–que vea desde la óptica de la esperanza en lugar de la desesperación–para que podamos ayudar a llevar la alegría de la resurrección a todos los seres del planeta de Dios.

¡Ten una bendecida Pascua!