¿Tienes hijos? ¿Nietos? Entonces el informe del IPCC presentado ayer te interesa, y mucho. Pero si no los tienes también es un mensaje relevante para ti y tus seres queridos. 

El IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change por sus siglas en ingles) es el organismo cientifico de Naciones Unidas que evalua todo lo relacionado con el cambio climático. 

Desde su creación en 1988 han publicado 5 informes (¡y han ganado un Nobel de la Paz!) , ayer publicaron el sexto. 

Este panel esta formado por 278 científicos de 195 países, no es algo menor, algo que no deba tomarse en consideración. Es algo serio y los resultados del Sexto Informe lo son aún más. 

¿Qué hay de nuevo en el Sexto Informe del IPCC?

Lamentablemente poco, se confirma la tendencia de los anteriores: el tiempo se nos acaba. 

“Es ahora o nunca, si queremos limitar el calentamiento global a 1,5° centígrados”, ha advertido en la rueda de prensa de presentación de este informe, Priyadarshi Skea, el investigador que ha coordinado la tercera y última parte del mismo.

Pero ¿que se puede hacer? 

Aquí tampoco hay novedades, ya lo sabemos: hay que “reducir en un 48 % para 2030 las emisiones de dióxido de carbono” (el famoso C02) y, “al mismo tiempo, el metano también tendría que reducirse en aproximadamente un tercio”.

El problema es que llevamos años hablando de lo mismo y planteando las soluciones pero ahora el tiempo se nos acaba. Cuándo se presente el Septimo Informe, en 2029 ya no habrá ningún margen de mejora. 

Por eso las medidas que se exigen deben tomarse ya,  tienen que ser “inmediatas y profundas en todos los sectores de la economía”

Y esto supone reducir de forma drástica el uso de los combustibles fósiles, como el petróleo (un 60% menos antes del 2050), el gas (un 70% menos) y el carbón (un 100% menos), porque, como denuncia también el informe del IPCC, durante la última década (2010 –2019) la media anual global de las emisiones de gases de efecto invernadero estaban en “sus niveles más altos en la historia de la humanidad”.

La buena noticia.

La buena noticia es que el informe del IPCC también señala que, desde 2010, se han producido descensos sostenidos de hasta un 85 % en los costes de la energía solar y eólica, dos de las grandes alternativas a los combustibles fósiles.

«Nos encontramos en una encrucijada, porque las decisiones que tomamos ahora pueden asegurar un futuro habitable. Tenemos las herramientas”, ha defendido en rueda de prensa el presidente del IPCC, Hoesung Lee.

Resumiendo. 

Tal como nos dice el Papa Francisco en Laudato Si, sabemos que las cosas pueden cambiar (LS#13) y esto es motivo de esperanza. 

Es cierto que muchas veces nos cuesta reconocer la urgencia del momento, nos cuesta decidir que habitos debemos cambiar y asumir que estos cambios exigen sacrificios y, muchas veces, un coste económico. Pero nos encontramos en una encrucijada. 

Debemos actuar ya. Como católicos debemos actuar ya. Es un imperativo moral. 

Proteger la Creación de Dios, salvaguardar a los más vulnerables y asegurar la supervivencia de nuestra especie (los hijos privilegiados del Padre) es parte de nuestro ser católico. 

Si no lo has hecho ya, da el paso. Reduce un 60% el uso del coche y estarás reduciendo un 60% el uso de petroleo. Deja de usar el gas para calentar la casa a todas horas, baja el termostato, limita el tiempo de tus duchas calientes (y también ahorrarás agua). Busca un proveedor de energía renovable para tu casa (y podrás incluso ahorrar en tus facturas) y un largo etcétera de pequeños cambios que pueden suponer la diferencia entre un mundo habitable para nuestros hijos y nietos y uno que no lo sea. 

Aquí tienes otras 52 formas de Cuidar la Creación

Empieza por cambiar tu forma de vida y luego lidera el cambio en tu comunidad (¿Conóces nuestro programa de Animadores Laudato Si?)

Esta en tu mano pero, lo que vayas a hacer, hazlo pronto (Juan 13:27).