IGLESIA DE SANTO ANTONIO DE LISBOA

Detalles sobre el arte y el lugar de nacimiento de San Antonio

1. Iglesia de San Antonio: historia

La popular Iglesia de San Antonio, junto a la Catedral de Lisboa, se levanta en el emplazamiento de la casa donde San Antonio nació y vivió su infancia. La fachada mezcla el estilo manuelino con columnas jónicas neoclásicas a ambos lados de la entrada principal. San Antonio, Doctor de la Iglesia, es el santo más popular del mundo, patrón secundario de Portugal y del patriarcado de Lisboa y patrón principal de la ciudad de Lisboa, que lo vio nacer. Ésta sigue siendo la casa del santo y de sus numerosos devotos, por excelencia.
Se cree que fue hacia el año 1337, cuando el Consejo del Senado de la ciudad comenzó a reunirse aquí, en la entonces llamada Casa Consistorial de la Ciudad de Lisboa.
Probablemente, una primera capilla, o un simple nicho, fue construida poco después de la rápida canonización de Fray Antonio. Aunque las primeras noticias sobre la capilla datan de principios del siglo XV, el Ayuntamiento de Lisboa funcionaba en la Casa de Santo Antonio desde 1326, situación que se mantuvo hasta 1753. En 1431 ya existía la Iglesia Casa de Santo Antonio, fecha en la que el Papa Eugenio IV envía una Bula dando poder para elegir confesores aprobada por el Obispo local. En 1431 los restos de la madre de Santo Antonio fueron trasladados del Monasterio de San Vicente de Fora.
En 1495, Juan II ordena la reconstrucción del templo para que tuviera mayores y más dignas dimensiones, campaña que continuó bajo el reinado de Manuel I. Constantemente cuidada por la ciudad y los monarcas, durante el reinado de Juan V fue destruida por el terremoto de 1755, salvándose sólo el presbiterio. La nueva iglesia se construyó entre 1767 y 1812. Fue el 15 de mayo de 1787, tras el terremoto, cuando se celebró el primer servicio religioso en la iglesia actual, que no se terminó hasta 1812.

2. Imagen exterior del santo y simbologia (frente a la Iglesia)

En la plaza de enfrente hay una imagen del Santo, bendecida e inaugurada por el Papa San Juan Pablo II en 1982, que quiso venir aquí a rezar por devoción personal, y aquí se dirigió a la Familia Franciscana y al Ayuntamiento de Lisboa, ciudad de la que el Santo es el principal Patrono. Esta obra es de Domingos Soares Branco y fue restaurada por él en 2004. El proyecto inicial de la imagen data de 1970. En ella, peregrinos y visitantes colocan velas para quemar en honor al Santo. Muchos son también los que arrojan moneditas a la imagen, para que quede en el regazo junto al niño o em la capucha del Santo, como forma de pedir un buen noviazgo o un buen matrimonio.
La imagen: Por un lado, la estatua en representación tradicional de San Antonio, vestido con hábito franciscano, una Cruz y la Biblia sobre la que el Niño Jesús, de pie, agarrado al hombro del Santo, parece querer interactuar con él, como hacen los niños, extendiendo los brazos en un gesto de ternura y plena confianza. De esta forma, el autor nos muestra los valores de la vida y también del franciscanismo tan predicado por San Francisco y San Antonio.

3. Capilla Mayor

El retablo está rematado por dos volutas sobre las que, en paralelo, descansan dos ángeles portando un crucifijo adornado con lirios y un libro, atributos de San Antonio. En el centro del retablo, a la base del trono eucarístico, se venera la imagen de San Antonio. Esta imagen, que sobrevivió al terremoto de 1755, fue tallada en una sola pieza de madera de cedro, tapizada y policromada con motivos florales. La imagen pesa unos 300 kg y mide 1,70 metros, la misma altura que los restos, según ha confirmado la cuarta exhumación. A los lados, en ménsulas, están las imágenes de San Vicente y San Sebastián. En el lado izquierdo del sagrario se venera una reliquia de San Antonio (hueso del brazo izquierdo). Procedente de la Iglesia de San Roque, esta reliquia fue donada a esta iglesia el 15 de junio de 1951. También destaca en la parte superior del retablo, atribuido a Pedro Alexandrino, una pintura que evoca algunos de los milagros de San Antonio, como la curación de los enfermos y el famoso episodio de la predicación a los peces.

4. Altar del Cuadro Milagroso

Este altar, llamado el cuadro milagroso, está decorado con elementos de estilo neoclásico (siglo XVIII) y en él se venera una de las pinturas más antiguas de San Antonio. Posiblemente del siglo XVI, esta pintura retrata al Santo con sus rasgos más auténticos, siendo conocida como la “verdadera efigie del Santo”. Junto con las reliquias, es el principal foco de veneración de los devotos, que acuden aquí a besarlo, tocarlo con las manos o con las uñas, dejando así sus oraciones y agradecimientos.

5. Altar de la Inmaculada Concepción

Altar dedicado a la Inmaculada Concepción, con un retablo barroco tardío de madera dorada (siglo XVIII). En el centro, un lienzo de Pedro Alexandrino representa a la Inmaculada Concepción según la mujer descrita por San Juan en el Apocalipsis: «y se vio en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza» (Ap 12,1-2). También destaca en el altar la imagen de San José con el Niño Jesús (siglo XX).

6. Altar de la Adoración de los Pastores

Altar barroco tardío del siglo XVIII en madera dorada. Un lienzo de Pedro Alexandrino representa la Adoración de los pastores. En el centro de la composición, la Virgen María, arrodillada ante el pesebre, sostiene al Niño Jesús, presentándolo a los pastores que, tras el anuncio de los ángeles, corrieron a adorar al Mesías. En el lado izquierdo del lienzo, San José, con la mirada fija en el espectador, señala con su mano derecha al Niño Dios y nos invita, con su brazo izquierdo, a entrar en la escena y, como los pastores, adorar al Hijo de Dios. En este altar destaca la imagen de Nuestra Señora de Fátima, que conmemora las apariciones de la Virgen a los tres niños pastores en 1917.

7. Altar de Nuestra Señora de los Dolores

Altar dedicado a Nuestra Señora de los Dolores, cuyo retablo neoclásico (siglo XVIII), en madera policromada y dorada, presenta elementos iconográficos que nos remiten a la Pasión del Señor. En la parte superior, en el centro, se encuentra la corona de espinas y los clavos de la crucifixión. Dos ángeles que sostienen símbolos de la Pasión se elevan desde un lateral. A la izquierda está la vara con la esponja empapada en vinagre que dieron a beber a Cristo y a la derecha la lanza que lo atravesó. En el centro del retablo se encuentra la imagen de Nuestra Señora de los Dolores, considerada en su época una de las más bellas de Lisboa. Este retablo tiene un altar relicario con el cuerpo de Santa Justina, mártir del siglo I, ofrecido por el Papa Pío VI en septiembre de 1777.

8. Altar de Pentecostés

Altar dedicado a Pentecostés, la venida del Espíritu Santo, con un retablo barroco tardío de madera dorada (siglo XVIII). Este retablo, una pintura de Pedro Alexandrino, representa la venida del Espíritu Santo sobre la Virgen María y los Apóstoles el día de Pentecostés. En la parte superior de la composición hay una paloma, símbolo del Espíritu Santo, y siete lenguas de fuego, los dones del Espíritu. En el cuadro destacan las figuras de la Virgen y tres Apóstoles que sostienen los Evangelios. Se trata de los evangelistas Juan, Marcos y Mateo. En este altar destaca la imagen de San Luis IX, rey de Francia (1214-1270), patrón de la Tercera Orden de San Francisco.

9. Altar del Calvario

Altar del siglo XVIII, dedicada a la Pasión y muerte de Cristo en el Calvario, con retablo tardobarroco en talla dorada (siglo XVIII). En el centro del cuadro podemos contemplar la Escena del Calvario, de Pedro Alexandrino. Jesús Crucificado tiene a su derecha, llorando junto a la Cruz, a María su Madre, aquí llamada Virgen de los Dolores y a su izquierda San Juan, el discípulo amado. Al pie de la Cruz, María Magdalena llora la muerte de Cristo. En el Altar también destaca la imagen de la Reina Santa Isabel de Hungría (1202 – 1231), Patrona de la Tercera Orden de San Francisco, y tía de la Reina Santa Isabel de Portugal.

10. Altar de la Sagrada Familia (Sacristia)

El altar de la sacristía es de gran importancia en la historia de esta iglesia, ya que frente a él se celebró un solemne «Te Deum» el 4 de noviembre de 1775, 20 años después del terremoto, en acción de gracias por la reconstrucción de la iglesia. El retablo presenta una Sagrada Familia de Bruno José do Vale, pintada en 1775. Para esta obra, el pintor tomó como modelo la Sagrada Familia encargada por el rey Juan V a Masucci para la basílica de Mafra. Además de la Virgen María con el Niño Jesús en su regazo, destaca la figura de Juan Bautista, también todavía niño, que, sobre la filacteria que cuelga de la cruz que sostiene, anuncia la presencia del Dios Cordero (Ecce Agnus Dei). Presentes en la composición, al fondo están sus padres, Isabel, prima de María, y Zacarías. En el lado izquierdo, siempre en segundo plano, está el discípulo amado, el evangelista San Juan. En primer plano vemos a Santa Ana y San Joaquín, padres de María y abuelos de Jesús. Rematan la composición las representaciones de Dios Padre y del Espíritu Santo, revelados por la paloma. Esta existencia de dos niveles, el divino y el terrenal, se une en la verticalidad de la línea compositiva y encierra así a las tres Personas de la Santísima Trinidad.

11. Capela de Sto. António, lugar do nascimento

Nos encontramos en el corazón y la razón de ser de esta iglesia: la Capilla de San Antonio, antaño llamada Cripta o Habitación de San Antonio, es lo que queda de la primitiva Basílica manuelina, destruida por el terremoto de 1755 y marca el lugar de nacimiento de este santo lisbonense. Fue visitada por San Juan Pablo II en 1982. Es un espacio sencillo, propicio para la oración ante la Reliquia que aquí se encuentra. Por tradición, los jóvenes que tienen intención de casarse visitan esta iglesia, rezan y dejan flores a San Antonio, patrón de los enamorados. Aquí se venera la Reliquia, que, según la Bula, es un fragmento del hueso del rostro del Santo. Desde este espacio, subiendo por el lado derecho, se accede a la Puerta Santa donde, en el exterior, destaca una hermosa lápida en la que se puede leer el breve del Papa Pío VI, fechado en 1782, «concediendo indulgencia plenaria a todo aquel que confesado y comulgado visite esta casa Iglesia del glorioso San Antonio en cualquier día del año».

Reliquia del dedo meñique izquierdo de San Antonio que se encuentra desde hace un año en la Capilla de las Reliquias de los Santos Patronos de la JMJ Lisboa 2023.