
Matteo Leonardi, Cofundador y Director Ejecutivo de ECCO
“Más allá de la esperanza, lo que necesitamos es no resignarnos ante la inercia, como también recordó Matteo Leonardi. Venimos de décadas de inercia en toda una serie de temas, y necesitamos recuperar también ese deseo de cambiar en el corto plazo. Porque es cierto que elegir el futuro es importante, pero más aún lo es realizar un futuro diferente, un futuro que está a nuestro alcance –esperemos aún–, sobre el cual quizás cada uno de nosotros debería reflexionar mucho más para decidir cuál queremos realizar, y realizarlo para todos y rápidamente. Porque, como se dice: si no te ocupas del futuro, el futuro se ocupará de ti… y en esta etapa, eso no es necesariamente una buena noticia.”
— Enrico Giovannini, Director Científico de ASviS
Este mensaje de urgencia y esperanza resonó con fuerza en el reciente encuentro celebrado en la Embajada de Italia ante la Santa Sede. Organizaciones católicas europeas activas en África compartieron cómo han aprendido de líderes africanos que han logrado convertir el mensaje de Laudato Si’ en esperanza, resistencia y acción concreta.
No fue una conmemoración más, ni un foro de análisis. Como bien expresó Cecilia Dall’Oglio, del Movimiento Laudato Si’: “Fue un proceso, no solo un evento”. Un espacio donde el Evangelio de la creación se encuentra cara a cara con los desafíos de nuestro tiempo, especialmente en las comunidades más vulnerables.
Andrea Atzori, de Médicos con África (CUAMM), recordó que en medio de la pobreza y la crisis climática, Laudato Si’ guía con compasión y compromiso estructural. Las comunidades rurales no son beneficiarias, sino protagonistas del cambio.
Desde AVSI, Maria Laura Conte nos ofreció una imagen luminosa: cómo la llegada de energía limpia en un pequeño pueblo de Ruanda transformó la dinámica comunitaria. Porque el cuidado de la creación no es una tarea paralela al desarrollo, es el alma de todo proceso que quiera ser verdaderamente humano.
VIS (Voluntariado Internacional para el Desarrollo), a través de su presidenta Michela Vallarino, insistió en la necesidad de formar a la juventud africana —que será el 40% de la población joven del mundo en 2030, de habilidades técnicas y además en conciencia ambiental y sentido crítico. Formar también a las organizaciones que cooperan con ellas, para que la sostenibilidad sea un eje transversal de todas sus acciones.
El llamado al cambio de paradigma fue particularmente contundente en la voz de Carmelo Troccoli de Coldiretti, quien denunció cómo la agricultura de exportación impuesta por intereses globales ha reemplazado cultivos esenciales como el maíz, forzando incluso a importar su propio alimento básico. “La innovación sólo tiene sentido si genera un cambio útil para ellos, no solo para nosotros”.
Desde Mozambique, la Comunidad de Sant’Egidio y su programa DREAM contra el VIH/SIDA, reiteró que la cooperación debe ser holística y de largo aliento. En cada uno de los servicios, debemos poner a la persona en el centro, con sus necesidades sociales, culturales y espirituales.
En una intervención final vibrante, Ivana Borsotto de FOCSIV nos invitó a romper con el “modelo muscular” de las relaciones internacionales, marcado por el miedo y la lógica extractiva. Nos urgió a abrazar una cooperación más valiente, inspirada en justicia, democracia y apertura real al cambio.
Y luego vino él, el profesor Giovannini. Con su claridad y su visión estratégica, nos llevó más allá de la coyuntura. Más allá de los datos. Más allá incluso de la esperanza. Nos habló del tiempo. De urgencia. De ese enfado santo que, según algunos, sentía el Papa Francisco porque “no nos estamos moviendo a la velocidad que la situación requiere”.
El mensaje fue contundente: la transición ecológica es urgente. Un futuro futuro distinto es posible en la medida que detonen acciones y construyamos el futuro para todos.

Desde el Movimiento Laudato Si’, escuchamos este llamado con atención. Nos inspira a seguir promoviendo una conversión ecológica integral, que transforme tanto sistemas como corazones.
Seguimos caminando junto a quienes pisan la tierra roja africana, escuchan el grito de los pobres y de la tierra, y eligen actuar con valentía y esperanza.





