Septiembre de 2025
Guía Mensual de Oración
Para que nuestra relación con toda la creación contribuya a construir una política y una economía para el bien común.
Página editorial

Esta guía es un recurso mensual para nuestro movimiento global, que ofrece reflexiones y testimonios para inspirarnos a orar, reflexionar y actuar en favor de la creación.
Septiembre, el Tiempo de la Creación, nos recuerda de manera especial el don de la creación y nuestra llamada a cuidarla. Es un momento para renovar nuestra esperanza, profundizar nuestro compromiso y caminar juntos como semillas de paz y esperanza para nuestra casa común.
En Cristo, también nosotros somos “semillas de paz y esperanza”. El profeta Isaías proclama que el Espíritu de Dios puede convertir los desiertos áridos en jardines de justicia y paz: “Se derramará sobre nosotros un espíritu de lo alto, y el desierto se convertirá en un campo fértil… La obra de la justicia será la paz, y el fruto de la justicia, la tranquilidad y la confianza para siempre” (Is 32: 15-18).
Estas palabras nos guiarán durante el Tiempo de la Creación 2025 (del 1 de septiembre al 4 de octubre). Nos recuerdan que la oración debe conducir a la determinación y a la acción concreta si queremos que esta «caricia de Dios» se haga visible en nuestro mundo (cf. Laudato Si’, 84).
Aprovechemos este año extraordinario como una oportunidad para Brindar Esperanza, celebrando el décimo aniversario de Laudato Si’ y del Movimiento Laudato Si’, junto con los 800 años del Cántico de las Criaturas. Estos hitos nos invitan a renovar nuestro compromiso de cuidar la creación, valorar nuestra casa común y profundizar los lazos que nos unen como una familia global.
Escuchar el canto de la creación
Intención del mes:
Para que nuestra relación con toda la creación contribuya a construir una política y una economía para el bien común.
Cita del mes:
“La política y la economía tienden a culparse mutuamente por lo que se refiere a la pobreza y a la degradación del ambiente. Pero lo que se espera es que reconozcan sus propios errores y encuentren formas de interacción orientadas al bien común”. LS 198

Dios la Vida

Dios de la vida,
Tú amas el universo para que se haga
realidad,
alabémoslo.
Tú abarcas el mundo sin distinción,
Demos gracias.
Llamas a la humanidad a hacer carne
tu ternura,
Vivamos en consecuencia.
Dotaste a toda la creación de
Tu divina belleza y sabiduría,
Reconozcámoslo.
Tú perdonas todas las ofensas.
Déjanos aprender Tus caminos.
Nos concedes gracias incondicionales,
Recibamos con humildad.
Tú eres nuestra esperanza,
Recordemos.
Amén.
Amy Echeverria, Columbans International,
miembro cofundadora del MLS y
presidenta de la junta fundadora. Estados Unidos

Escuchar el Clamor de la Creación

Reflexión mensual para profundizar en nuestra conversión ecológica
Proteger nuestra casa común y su belleza, empezando por la universidad.
Guido Restituto, Animador Laudato Si’, Círculo Laudato Si’ Aversa “Vanvitelli”, Frignano, Italia
Ser estudiante de ingeniería en la Universidad de Campania «Luigi Vanvitelli» significa vivir en un lugar lleno de contrastes. La belleza de su historia y cultura convive con la dolorosa realidad de la contaminación y la degradación medioambiental.
El Agro Aversano, que en su día fue fértil y rico, ahora muestra las heridas causadas por la negligencia humana: vertederos ilegales, aire contaminado y suelo dañado. Esta realidad cotidiana puede fácilmente insensibilizarnos. Sin embargo, también nos desafía a responder de manera diferente. Desde este lugar de lucha, podemos iniciar una verdadera conversión ecológica, que transforme la forma en que nosotros, como jóvenes, vemos el mundo y actuamos en favor de la creación.
Mi conversión ecológica no se produjo a raíz de un acontecimiento extraordinario. Surgió al darme cuenta de que la crisis medioambiental no es una cuestión abstracta, sino que afecta a nuestras familias, a nuestros amigos y al futuro con el que soñamos.
A través del Círculo Laudato Si’ «Vanvitelli», descubrí que la conversión ecológica comienza en nuestro interior. Es aprender a ver a cada criatura como parte de una red de relaciones que merecen ser apreciadas. El papa Francisco nos recuerda que esto requiere algo más que gestos ocasionales: nos pide que abracemos el mundo con una nueva mirada, una mirada de responsabilidad y amor gratuito.
En la universidad, esto significa crear espacios de encuentro, donde el conocimiento no sea solo para el éxito personal, sino que se convierta en una herramienta para la justicia. Significa transformar el aprendizaje en servicio, conectando lo que estudiamos con el clamor de la Tierra y el clamor de los pobres.
Un momento que marcó profundamente mi trayectoria fue un proyecto con la Pastoral Social de la Diócesis de Aversa. Recorriendo iglesias, palacios y calles del Agro Aversano, tan cerca de mi casa, descubrí tesoros olvidados de la historia y la cultura. Me di cuenta de que cuidar la creación también significa salvaguardar la memoria, la belleza y las raíces de la comunidad.
La conversión ecológica en la Universidad ha supuesto tomar decisiones: reducir los residuos, promover la reutilización y crear oportunidades para aprender de otras disciplinas. Se trata de algo más que apagar las luces o clasificar la basura; se trata de cultivar una cultura de sobriedad, compartir y esperanza.
Cada pequeña acción —una conferencia sobre sostenibilidad, una campaña contra el plástico, un proyecto de investigación para el bien común— se convierte en una semilla de cambio. Juntas, transforman la Universidad en un taller para el futuro, donde la ingeniería, las humanidades y todos los campos contribuyen al desarrollo integral.
Para mí, la conversión ecológica no es un destino, sino un viaje. Se nutre de las relaciones, las decisiones cotidianas y el valor de asumir la responsabilidad como guardianes de la Tierra. El futuro comienza ahora, con humildad, valentía y un compromiso compartido para cuidar de nuestra casa común.

Preguntas para reflexionar
- ¿En qué aspectos de mi vida cotidiana —la universidad, el trabajo, la familia o la comunidad— veo las “heridas de la creación” y cómo se me invita a responder con esperanza en lugar de indiferencia?
- La conversión ecológica comienza en nuestro interior. ¿Qué cambios internos —actitudes, hábitos o perspectivas— estoy llamado a adoptar para que mis decisiones reflejen un mayor amor por la creación?
- El Tiempo de la Creación nos recuerda que cada pequeño gesto cuenta. ¿Qué paso concreto puedo dar esta semana para sembrar una “semilla de cambio” por el bien de mi comunidad y de nuestra casa común?

Escuchar la llamada de la Creación

Participa en el Tiempo de la Creación 2025
Cada año, del 1 de septiembre al 4 de octubre, los cristianos de todo el mundo se unen en oración y acción para cuidar de nuestra casa común. Es un momento para honrar a Dios como Creador y abrazar nuestra llamada compartida a proteger la Creación. Nuestras vidas están profundamente conectadas con el bienestar de la Tierra.





