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En el día de San Óscar Romero, queremos celebrar a quienes han aceptado la misión de escuchar el clamor de los pobres en nuestro mundo: «No es voluntad de Dios que unos tengan todo y otros no tengan nada […] De Dios es la voluntad que todos sus hijos sean felices», dijo Monseñor Romero en 1978.

El grupo de misioneros Aguapanelazo nació hace 9 años, durante el año de la Misericordia, como una iniciativa de la pastoral juvenil de Ibagué, Colombia. Va recorriendo América Latina llevando bebida, pan y arte a las comunidades más vulnerables. San Óscar Romero ha sido uno de sus grandes referentes y modelos.

En diálogo con Jonathan Acuña, colombiano, misionero de La Consolata y fundador de este proyecto, compartimos la historia de esta organización y por qué está ligada con Laudato Si’. Aguapanelazo viene de “agua de panela”, bebida a base de azúcar común en la región colombiana.

Siguiendo el ejemplo de San Romero

Al hablar sobre San Romero, Jonathan expresa: “Sus potentes palabras y su valiente testimonio nos han servido de inspiración para trabajar en las diversas realidades de necesidad, dolor y sufrimiento, buscando siempre ser presencia liberadora y consoladora de Dios en medio de los más excluidos de la sociedad. Ellos son, como decía Romero, ‘Cristos necesitados que están a nuestras puertas’”.

Cuarenta y tres años después de su martirio Óscar Romero, “nos sigue interpelado”, afirma Jonathan. “Su aporte al camino de humanización, justicia y paz en El Salvador y en el mundo nos motiva a ser artífices de la construcción de otro mundo posible, del Reino de Dios que acontece hoy y que necesita de mujeres y hombres que, siendo críticos ante la realidad, sean capaces de ir contracorriente para ser agentes activos de transformación, desgastando la vida con esperanza y valentía, incluso hasta la muerte, como él lo hizo”. 

A ejemplo de San Romero, la misión de Aguapanelazo busca llegar a quienes viven en “las fronteras existenciales de nuestro mundo”: afros, indígenas, campesinos, víctimas del conflicto armado, migrantes, desplazados, habitantes de calle, niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad. Sudamérica concentra diferentes realidades, la presencia de todas estas comunidades marginadas han permitido que la misión se adapte y responda a problemáticas muy diversas. 

¿Qué tiene que ver Laudato Si’ con esta misión?

Muchos miembros de Aguapanelazo se conocieron a través de actividades del Movimiento Laudato Si’. Gracias al Programa de Animadores, en el que todos los integrantes están invitados a participar, se forman con sentido ecológico. Asimismo, la Semana Laudato Si’ y el Tiempo de la Creación son para ellos momentos claves, de los que participan organizando eventos.

Consideran fundamental el cuidado de la Casa Común y vivir una ecología integral. “En nuestros pilares de misión y consolación, queremos escuchar el clamor de los pobres y de la creación. Pues el trabajo por la justicia debe ser por una justicia integral, que asegure que todas las personas tengan un hogar para desarrollarse,” indica Jonathan. Entre sus misiones, están las brigadas de limpieza y la siembra de plantas endémicas como la palma de cera, ícono de Colombia. 

Escuchar a la comunidad y representarlos

En 2021 inició el proyecto el ‘Murales por la Paz: Misión teo-artísitica’, para continuar escuchando “el clamor de los pobres”. El sentido del proyecto es escuchar a la comunidad, representarlos y mostrar a Cristo en medio de ellos. En total se han pintado 50 murales en Colombia, Argentina, Venezuela, El Salvador y también en Italia.

El argentino Cristian Camargo, uno de los artistas detrás de los murales, nos cuenta: “En 2021 durante un encuentro del Movimiento Laudato Si’, conocí a Jonathan. Nos conmovía el contexto de guerra, y hablamos de una propuesta de paz. Coincidimos en este sueño loco de hacer una misión artística por América Latina utilizando los murales como pretexto para unir a la comunidad invitando a la vivencia de la fraternidad y la amistad social.” 

Gracias a un viaje a Italia de su congregación, Jonathan pudo entregarle al Papa Francisco dos obsequios en nombre de Murales por la Paz y del Movimiento Laudato Si’: la pintura “La Iglesia con rostro Amazónico”, del pintor Juan Camilo Herrera y una estola pintada por Cristian Camargo.

 

Se registra que en Colombia hay más de 70,000 indígenas desplazados y el llamado del Papa Francisco en Querida Amazonía y Laudato Si’ ha inspirado misioneros que lleguen hasta la Amazonía colombiana y otras comunidades de desplazados.  

Gracias a que Colombia cuenta con territorio amazónico, la misión acompaña naturalmente a los pueblos indígenas y la naturaleza, y a las comunidades afro que han sido rezagadas en algunas playas. La misión de Aguapanelazo es animada y acompañada por Mons. Luis José Rueda, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana.