
Honrando el papel de la contemplación en el cuidado de nuestra casa común.

El 25 de enero, el Movimiento Laudato Si’ y un grupo de organizaciones asociadas organizaron una emotiva vigilia de 10 horas para celebrar el 10º aniversario de Laudato Si’. Este evento especial invitó a personas de todo el mundo a hacer una pausa, reflexionar y reconectar entre sí y con toda la creación a través de la contemplación.

Prácticas contemplativas que sanan
Las prácticas contemplativas de la vigilia ofrecieron a los participantes la oportunidad de conectar con el Espíritu que nos une y nos sana. Te invitamos cordialmente a considerar la incorporación de estas prácticas a tu propia vida espiritual.
- Silencio profundo: Creando un espacio para la reflexión personal.
- Ejercicios de respiración: Fomentando la atención y la presencia.
- Adoración eucarística: Profundizando en la conexión espiritual.
- Práctica de la palabra sagrada: Reflexionando sobre palabras significativas.
- Lectio Divina con Laudato Si’: Meditando sobre las enseñanzas de la encíclica.
Una práctica contemplativa nos transforma. Nos da una nueva forma de experimentar nuestra relación con toda la creación de Dios. Cuando los incendios arrecian, los mares se levantan y las tormentas descienden, la contemplación nos proporciona un lugar para encontrar “la paz que sobrepasa todo entendimiento”. Al detenernos a reflexionar, reconocemos que el cuidado de nuestra casa común no consiste sólo en acciones externas, sino también en un viaje interior de transformación.
Un encuentro global
La vigilia reunió a casi 3.000 participantes de 38 países: Irlanda, Inglaterra, Escocia, Botsuana, Noruega, España, Zambia, Francia, Nueva Zelanda, México, Puerto Rico, Senegal, Ghana, El Salvador, Corea del Sur, Indonesia, Alemania, Polonia, Japón, Estados Unidos, Países Bajos, Italia, Liechtenstein, Venezuela, Chad, Portugal, Brasil, Camerún, Sudáfrica, Perú, República Democrática del Congo, Argentina, Luxemburgo, Hungría, Malta, Colombia, Kenia y Canadá.
Procedentes de países del Sur y del Norte, los participantes se unieron como una familia global en el Espíritu.

Una llamada a la acción
La vigilia fue algo más que una celebración: fue una llamada a la acción, que nos recordó que nuestra crisis planetaria está íntimamente ligada a nuestra crisis espiritual.
A lo largo de este año del 10º aniversario, el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral está Brindando Esperanza para toda la creación. Celebrando los progresos que hemos realizado en los últimos 10 años y mirando hacia el futuro, aportamos nuestros dones únicos como católicos para proteger nuestra casa común.





