La llegada del Salvador en esta Navidad viene a renovar nuestros corazones y nuestra esperanza en que nuestra casa común también puede ser salvada: “El mundo es algo más que un problema a resolver, es un misterio gozoso que contemplamos con jubilosa alabanza”. (LS 12)

En esta Navidad queremos reconocer como familia del Movimiento Laudato Si’ que Cristo no solo vino al mundo, sino que está intrínsecamente presente en la creación. Desde los pastores que encontraron al Niño Jesús en un pesebre rodeado de animales hasta el símbolo de la estrella que guió a los Reyes Magos, la naturaleza misma se une en la alabanza al Salvador. 

En palabras del Papa Francisco, «El Señor, en el colmo del misterio de la Encarnación, quiso llegar a nuestra intimidad a través de un pedazo de materia. No desde arriba, sino desde adentro, para que en nuestro propio mundo pudiéramos encontrarlo a Él» (LS 236). 

Cuando contemplamos a Jesús niño en la creación no solo podemos admirar la belleza del mundo natural, sino también comprometernos con su cuidado. 

Desde el Movimiento Laudato Si’ deseamos que pases una feliz Navidad y puedas, con alegría, descubrir a Cristo en cada rincón de la creación. 

Hagamos de este tiempo de Navidad un momento para renovar nuestra relación con Dios, con los demás y con el mundo creado, reafirmando nuestro compromiso con el cuidado de la Tierra como signo de nuestra fe.