“El agua debe convertirse en un símbolo de acogida y bendición, un motivo de encuentro y colaboración que aumente la confianza mutua y la fraternidad”, dijo el Papa Francisco en su mensaje a los participantes del IX Foro Mundial del Agua en Dakar.

El Día Mundial del Agua se celebra cada 22 de marzo para crear conciencia en el hombre de la importancia de cuidar el llamado oro líquido para la vida de los seres humanos y las especies en la Tierra.

El mensaje del Pontífice, leído ante la platea mundial por el cardenal Michael Czerny prefecto ad interim del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, pone su acento precisamente en la amenaza que se cierne sobre los recursos hídricos por factores como la contaminación, los conflictos, el cambio climático y el abuso de los recursos naturales. Pero, sobre todo, como un bien precioso para la paz.

El derecho al agua potable y al saneamiento están estrechamente vinculados al derecho a la vida y, por lo tanto, “arraigado en la dignidad inalienable de la persona humana”, manifiesta el Papa. Se trata de un «derecho humano primario, fundamental y universal, porque determina la supervivencia de las personas».

Toma acción por la Creación: firma la petición “Planeta sano, gente sana”

“El mundo tiene una grave deuda social con los pobres que no tienen acceso al agua potable, pero también con todos aquellos para los que las fuentes tradicionales de agua potable han sido contaminadas hasta el punto de ser inseguras, destruidas por las armas y convertidas en inutilizables, o secadas como resultado de una mala gestión de los bosques”, denuncia el Pontífice.

“En efecto, el agua es un don de Dios y un patrimonio común que debe ser utilizado universalmente por cada generación”, enfatiza el Papa al constatar que, en todas estas situaciones, el agua debe convertirse en un símbolo de acogida y bendición.

Este día fue proclamado por la Organización de Naciones Unidas en 1992. A pesar de que todas las actividades sociales y económicas dependen en gran medida del abastecimiento de agua dulce y de su calidad, 2.200 millones de personas viven sin acceso a agua potable. 

Esta celebración tiene por objetivo concienciar acerca de la crisis mundial del agua y la necesidad de buscar medidas para abordarla de manera que alcancemos el Objetivo de Desarrollo Sostenible N° 6 de las Naciones Unidas: agua y saneamiento para todos antes de 2030.