Más de 500 representantes de Movimiento Laudato Si’ de Iberoamérica se reunieron el pasado 25 de mayo de modo virtual para analizar la realidad de los problemas ambientales que enfrentan en sus países y en toda la región.
Se trató de un espacio de diálogo y escucha activa y sinodal en el que se involucraron responsables de países de habla española y portuguesa. Hubo momentos de reflexión y compartida, a fin de sugerir caminos para una transición energética justa en este continente.
En camino sinodal hacia 2025
Además, se marcó el camino sinodal que el MLS llevará hasta el 2025, donde se conmemora el doble 10º aniversario de la encíclica Laudato Si’ y de la fundación del Movimiento, así como también el 800º aniversario del Cántico de las Criaturas de San Francisco de Asís
Por otra parte, los participantes dialogaron sobre las acciones y aportes en preparación para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2025, COP30, prevista para noviembre de 2025 en Brasil.
Un manifiesto que llama a la acción
Al cierre de este encuentro, los animadores y animadoras del movimiento ofrecieron como fruto de su reflexión un manifiesto en el que plasmaron sus clamores, dolores y esperanzas en referencia al cuidado de la Casa Común y al compromiso que toda la humanidad debe asumir para que el impacto ambiental y social no siga afectando a las comunidades y al ecosistema.
El documento refleja el dolor por las inundaciones que continúan en Río Grande do Sul, Brasil, así como las sequías en el nordeste brasileño. De igual forma, la grave deforestación que padecen países como Paraguay, Perú, Ecuador, Panamá, Guatemala, Honduras, por causa de la minería y donde el pueblo está siendo sometido a la violación de sus derechos ciudadanos y viéndose afectado en su salud.
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Una transición energética justa y consultada
“Nos preocupa la transición energética realizada sin participación popular y utilizando el mismo modelo extractivo de las grandes petroleras y cómo causa injusticia y daños en varias comunidades. La explotación de Litio, en perjuicio de la hermana agua en Argentina y Bolivia, es un escandaloso ejemplo de falsas soluciones a la crisis climática global”, señala la misiva.
Narcotráfico: Desplazamiento, extractivismo y violencia
Sumado a este panorama, también expresan su preocupación por los crecientes desplazamientos forzados, amenazas y asesinatos de líderes “por oponerse al paradigma que abusa de la creación convirtiéndola en mercancía”. Enumeran a países como Colombia, Brasil y Honduras, quienes -señalan- engrosan y lideran esta lamentable estadística de mártires por custodiar los territorios.
En otro punto del mensaje, se refieren a lo que está sucediendo en Puerto Rico, República Dominicana y en varios países de Centroamérica, donde se ha incrementado la tala de árboles, la destrucción de los mangles, la erosión costera, el aumento en las temperaturas y el nivel del mar y las construcciones ilegales en la zona marítimo-terrestre.
Mencionan, asimismo, que el narcotráfico ha traído a estos países daños al ecosistema, contaminación de las aguas y corrupción de conciencias, financiando de alguna manera el extractivismo. Todo esto “atenta contra la salud del planeta y de las personas, en total contravía a la ecología integral de Laudato Si”, agregan.
Desafíos por delante
Ante la realidad mencionada, observan que los desafíos por delante son muchos y ponen a prueba la capacidad para sensibilizar, reaccionar, planificar, prevenir y afrontar estos problemas, impulsando la sinodalidad con todo lo creado y promoviendo una conversión ecológica integral guiada desde el Evangelio.
Finalmente, hacen un llamado para que los diferentes gestores públicos desde las instancias del gobierno, jefes de poderes y de Estados, la Iglesia y en general toda la sociedad, se comprometan a escuchar “los gritos de la Tierra y de los pobres y busquen responder a ellos”. Piden que “se tomen en serio la mitigación de la crisis climática, la adaptación de los territorios y las reparaciones a los afectados”.