El Papa Francisco advirtió a los líderes mundiales reunidos en Glasgow que si existe una verdadera voluntad política es posible contrastar la crisis del cambio climático y de la post pandemia.
En su mensaje enviado a Alok Sharma, presidente de COP26, leído por el Card. Pietro Parolin, Secretario del Estado Vaticano, quien encabeza la delegación de la Santa Sed, indicó: “Todos somos conscientes de la importante tarea de mostrar a toda la comunidad internacional si realmente existe la voluntad política para destinar, con honestidad, responsabilidad y valentía, más recursos humanos, financieros y tecnológicos para mitigar los efectos negativos del cambio climático, así en cuanto a ayudar a más poblaciones, los pobres y vulnerables, que son los que más lo padecen”.
“Hay demasiados rostros humanos que sufren esta crisis climática, además de sus impactos cada vez más frecuentes e intensos en la vida cotidiana de muchas personas, especialmente de las poblaciones más vulnerables, nos damos cuenta que también se ha convertido en una crisis de los derechos de los niños y que, en un futuro próximo, los migrantes por motivos medioambientales superarán a los refugiados por conflictos”.
Por eso, pidió a los líderes presentes “una acción urgente, valiente y responsable” si se quieren alcanzar los objetivos escritos en el Acuerdo de París de forma coordinada y responsable: “Son ambiciosos, pero no pueden retrasarse”.
Además, habló de la deuda ecológica: “Hay que prestar especial atención a las poblaciones más vulnerables, con las que se ha acumulado una deuda ecológica vinculada tanto a los desequilibrios comerciales con consecuencias medioambientales, como al uso desproporcionado de los recursos naturales propios y ajenos. No lo podemos negar”.
Antes de concluir, recordó los compromisos de la Santa Sede asumidos en diciembre de 2020, donde anunció la adopción de una estrategia de reducción de emisiones netas a cero en dos direcciones: el compromiso del Estado de la Ciudad del Vaticano para lograr este objetivo antes del 2050 y, al mismo tiempo, el compromiso de promover una educación en ecología integral, consciente de que las medidas políticas, técnicas y operativas deben combinarse con un proceso educativo, sobre todo entre los jóvenes, con el fin de buscar nuevos estilos de vida y fomentar un modelo cultural de desarrollo y sustentabilidad centrados en la fraternidad y la alianza entre el ser humano y el medio natural.
La 26ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) es una cumbre decisiva para la acción climática mundial y para limitar el calentamiento global a 1,5 grados este siglo con respecto a los niveles preindustriales.
Un mensaje a los medios de comunicación
En su mensaje, dado en el programa de radio “Thought for the Day” de la BBC, el Santo Padre recordó que “el cambio climático y la pandemia de Covid-19 ponen al descubierto la vulnerabilidad radical de todos y suscitan numerosas dudas y perplejidades sobre nuestros sistemas económicos y sobre las modalidades de organización de nuestras sociedades”.
“Nuestras seguridades -advirtió- se derrumbaron, nuestro apetito de poder y afán de control se están desmoronando. Nos hemos descubierto débiles y llenos de miedos, sumergidos en una serie de crisis sanitarias, ambientales, alimentarias, económicas, sociales, humanitarias, éticas. Crisis transversales, fuertemente interconectadas y presagio de una ‘tormenta perfecta’, capaz de romper los ‘vínculos’ que unen nuestra sociedad dentro del precioso don de la Creación”.
En este sentido, el Papa señaló que “toda crisis requiere visión, capacidad de planificación y rapidez de ejecución, repensando el futuro de nuestra casa común y de nuestro proyecto común”.
Para Francisco “la humanidad nunca tuvo tantos medios para alcanzar ese objetivo como los que tiene ahora”, pero aclaró que “todos nosotros -y está bien repetirlo, a cualquiera y donde estemos- podemos tener un papel modificando nuestra respuesta colectiva a la amenaza sin precedentes del cambio climático y de la degradación de nuestra casa común”.
“Es importante que de la COP26 emerja una clara respuesta colectiva”
El cardenal Pietro Parolin, expresó a la prensa: “Tenemos los medios y los recursos para un cambio de rumbo”. Además, comentó que “el deseo de la Santa Sede es que la COP26 pueda realmente reafirmar la centralidad del multilateralismo y de la acción, incluso a través de los así llamados actores no estatales.
Vista la lentitud del progreso, la importancia de la Conferencia de Glasgow es significativa, en cuanto a través de ella se podrá medir y estimular la voluntad colectiva y el nivel de ambición de cada estado”.
Con la crisis del Covid-19, el Secretario de Estado opina que estamos ante un “reto para la civilización en favor del bien común y de un cambio de perspectiva que debe poner la dignidad humana en el centro de cada acción”.
“Es importante que de la COP26 emerja una clara respuesta colectiva, no sólo para favorecer las actividades de mitigación y de adaptación al cambio climático por parte de todos los países, sino también para ayudar a los más vulnerables a afrontar los daños y las pérdidas que derivan de dicho fenómeno”.
El cardenal Parolin reconoció las dificultades para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París, y afirmó que se necesita un “cambio de dirección que se debe hacer involucrando a todos”.
Aunque “los jóvenes son los primeros que se dan cuenta”, él dijo, “esta COP26 “representa un momento importante para reafirmar de forma concreta los modos en que estos deseos se pueden realizar”.