Todo cambia. La creación está en constante transformación y este proceso de crecimiento y adaptación también incluye a las organizaciones humanas, los Movimientos como el nuestro, no escapan a esta ley.

El Movimiento Católico Mundial por el Clima comienza una nueva etapa, con algunos cambios que nos permitirán responder mejor al llamado del Papa Francisco al cuidado de la creación.

Para ser más fieles a nuestra misión con la guía del Espíritu Santo,  se ha preparado una nueva definición de objetivos: «Inspirar y movilizar a la comunidad católica para cuidar nuestra casa común y lograr la justicia climática y ecológica».

La Dra. Lorna Gold, Presidente de la Junta Directiva, nos comparte su punto de vista respecto a la interpretación y el sentido de esta nueva misión que guiará el Movimiento.

¿Qué significa esto? Desglosémoslo, empezando por la primera parte: «Inspirar y movilizar a la comunidad católica…». 

La creación de una misión debe contener palabras con un gran sentido y significado, en este caso, la palabra inspirar significa literalmente «llamar al espíritu». Para lograr inspirar verdaderamente, primero debemos estar llenos del Espíritu nosotros mismos, para poder inspirar a otros, primero tenemos que estar inspirados o llenos del Espíritu.En este sentido, la siguiente palabra importante, la movilización es lo que ocurre cuando la gente está inspirada. 

La siguiente parte: Cuidar nuestra casa común… Ya hemos oído hablar de esto antes, por el Papa Francisco en Laudato Si’. Pero, para refrescar, ¿qué significa?

El cuidado de nuestra casa común está en el centro del cambio al que nos invita el Papa Francisco en la encíclica Laudato Si´en donde nos pide que cuidemos de todos, los que habitamos nuestra casa común, especialmente de los más vulnerables.

Cuidar nuestro hogar es esencial para todos, sin un hogar en el que vivir, no hay futuro para ninguno de nosotros, sobre todo para los más pobres. 

Tenemos que amar nuestra casa común y, para ello, tenemos que conocerla, comprenderla. Lo que amamos de verdad no lo destruimos.

Para finalizar, qué es lo nuevo, “lograr la justicia ecológica y climática” ¿Qué significa y cómo sabremos cuando se logre?

Es importante señalar dos aspectos, en primer lugar la misión se está ampliando para incluir el concepto de justicia ecológica, con base en el espíritu de la Laudato Si´, donde “todo está interconectado”. 

Para  resolver problemas urgentes como el cambio climático de forma justa, es completamente necesario reconocer la existencia de este problema, por esta razón, mantener la palabra clima en nuestra misión es la forma de reconocerlo. 

En esta transición se refleja una visión más amplia y coherente con Laudato Si´, que ha sido la chispa que motivó la fundación del Movimiento en un inicio.

Para alcanzar la justicia es necesario reconocer primero que la injusticia existe, en relación con los problemas climáticos y ecológicos.

Mencionar el esfuerzo por lograr la justicia climática y ecológica, genera un compromiso con los más vulnerables que tienen menos responsabilidades en esta crisis. 

Significa decir la verdad y trabajar para garantizar un futuro justo, habitable y sostenible. 

La nueva definición de la Misión del Movimiento Católico Mundial por el Clima, se encuadra dentro de un proceso sinodal más amplio y que se acometió en los últimos dos años. 

Como parte de este proceso una nueva definición de valores, estructuras e identidad también se han abordado y serán publicadas en breve. 

El punto final de este proceso será el anuncio formal del cambio de nombre que se realizará el próximo 29 de julio a las 3pm (CEST).