¿Una casa para todos? Renovando el Oikos de Dios, es el tema del Tiempo de la Creación de este año, que será una oportunidad para renovar nuestra relación con el Creador y toda la creación a través de la celebración, la conversión y el compromiso juntos. 

Durante el Tiempo de la Creación, los católicos se unen a la familia ecuménica en oración y acción por nuestra casa común para renovar el Oikos de Dios.

Pero.. ¿Qué es Oikos? 

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Bien, en un sentido etimológico, la raíz de la palabra Oikos proviene del griego antiguo y pueden atribuírsele dos significados “casa” o “familia”.

De esta manera, ambos conceptos se integran de forma muy significativa para nosotros ya que la palabra casa hace referencia al lugar físico habitado, nuestra casa común, el planeta Tierra y la familia somos quienes habitan en el hogar, todas las especies que habitamos nuestra casa común.

Nuestra familia, integrada por la humanidad entera y cada una de las especies que habita este planeta forma nuestro hogar, nuestra casa común, una casa para todos. 

Nuestra casa se encuentra en peligro, la crisis climática provoca la pérdida de hábitats y ecosistemas que son el hogar de millones de especies, esto también nos incluye a los seres humanos, nuestro hogar está en peligro por desastres climáticos y conflictos, por eso  necesita ser renovado. 

Nuestro llamado bautismal nos impulsa a renovar toda la Tierra, para que la vida pueda florecer. 

Otros conceptos relacionados con Oikos, contemplan la interconexión de la vida que existe en toda la Tierra (oikoumene), en donde la Iglesia llama a todos los hogares (oikos) a una conversión de nuestros sistemas políticos, sociales y económicos (oikonomia) hacia economías de vida justas y sostenibles, que respeten los límites y las fronteras ecológicas vitales (oikologia) de nuestra casa común. 

Así el Tiempo de la Creación renueve en nuestros corazón el llamado a la conversión ecológica para poder así renovar también el Oikos de Dios, sabiendo que la Tierra y todo lo que hay en ella es del Señor. (Salmos 24:1) 

Renovar el Oikos de Dios, es volver al deseo inicial del Creador, una casa para todos y todas.