“Lo antiguo ha pasado, lo nuevo ha llegado.”

2 Corintios 5:17

Queridos amigos y amigas,

¡Paz y bien! 

Un saludo fraterno desde Asís, la mágica cuna de la Laudato Si’. Un buen lugar para reflexionar sobre el camino recorrido hasta ahora y considerar lo que está por venir.

Hace unos ocho años, en enero 2015, el Papa Francisco aterrizó en Filipinas y nació un nuevo movimiento. Acongojado por los clamores de la tierra y de los pobres, tan palpables en las ruinas de supertifones filipinos, el Movimiento Laudato Si’ emprendió un viaje increíble. Según la primer mitad de nuestro nombre, la palabra «Movimiento«, nos basamos en la urgencia de la crisis y nos dedicamos a un activismo incansable por la justicia climática y ecológica. Según la otra mitad de nuestro nombre, las palabras orantes «Laudato Si'», nos basamos en la alabanza al Creador y celebramos la sacralidad de la Creación. 

Ha sido una linda danza de contemplación y acción, o «Contempl-Acción». Eventos de la Semana Laudato Si’, liturgias del Tiempo de la Creación, campañas de desinversión, encuentros de oración de los Círculos, marchas por el clima, campañas de peticiones, proyecciones de la película «La Carta», proyectos de sostenibilidad, y mucho más. Tantos corazones generosos uniéndose para co-crear este movimiento. A pesar de nuestras frágiles «vasijas de barro», con tantas limitaciones, y por la gracia de Dios, el MLS creció gradualmente hasta convertirse en una gran red llena de vitalidad. Desde Angola hasta Austria, desde Panamá hasta Pakistán, y mucho más allá. Decenas de capítulos nacionales, cientos de organizaciones miembro y miles de Animadores LS activos en Círculos y comunidades locales. Una explosión de vida.

Más recientemente, empezamos a reflexionar sobre la imagen de la metamorfosis. La «oruga del MCMC» (el Movimiento Católico Mundial por el Clima original) ha crecido y cambiado mucho, para acabar convirtiéndose en la «mariposa del MLS», formalizandose con nuestro nuevo nombre en 2021. Además de tener un nuevo nombre, esta criatura también tiene una nueva forma. Una forma lindísima. Aunque sea irreconocible, sigue siendo la misma criatura. ¿Y lo más emocionante? Mientras que una oruga se desplaza entre pocas plantas, una mariposa sobrevuela vastas extensiones de tierra, polinizando innumerables plantas por el camino. Aunque el viaje hasta ahora ha sido maravilloso, lo que nos espera lo es aún más.

Una de las maneras en que esta criatura del MLS está adquiriendo una nueva forma, desarrollándose y abriendo sus nuevas alas, es a través de nuevos esquemas de liderazgo en diversos niveles. Después de mucha oración y discernimiento sobre lo que esta evolución significa para mí personalmente, y después de muchas conversaciones con nuestro Consejo Directivo desde 2019, he discernido que ha llegado el momento de mi transición.

En concreto, terminaré mi servicio como Director Ejecutivo a mediados del 2023 para luego seguir trabajando por la misión del MLS desde un nuevo lugar. Es una decisión que no tomo a la ligera, particularmente considerando a mis queridos amigos de la Secretaría. Este viaje de oruga ha sido una maravilla, pero me entusiasma aún más lo que está por venir. Por cierto, vale la pena remarcar algo obvio: más allá del Secretariado, hay innumerables lugares desde donde servir este sueño colectivo que es el MLS. «Un cuerpo, muchas partes», como escribió San Pablo. Por tanto, aunque dejo la Secretaría, definitivamente seguiré activo en el movimiento. Pero será un papel muy diferente – volcado a lo local.

Una vez completada mi transición, trabajaré en la vieja idea de un proyecto del MLS en Asís.  Aunque los detalles aún se están discerniendo, esperamos crear un nuevo Centro Laudato Si’ para compartir y vivir este mensaje (a ser co-creado con miembros del MLS que quieran venirse), integrado en un Circuito Laudato Si’ más amplio que conecte sitios franciscanos icónicos para representar una experiencia «ven y verás». Desarrollos muy providencial con los frailes y otros socios locales, ha afirmado la intención de que el proyecto esté listo para el «Doble Aniversario de Laudato Si'» en 2025 – 10 años de la encíclica y 800 años del Cántico de las Criaturas. Paralelamente, seguiré contribuyendo al Tiempo de la Creación, una prioridad clave del MLS para potenciar el cuidado de la creación – este trabajo tendrá una perspectiva más internacional, pero lo llevaré a cabo desde el Instituto Laudato Si’ de Campion Hall, en la Universidad de Oxford.

Mi discernimiento se basa en varios factores.

  • «Kairós» sinodal. Como anunciamos en julio, nos hemos embarcado en un gran proceso inspirado en el «kairós» (o momento oportuno) sinodal que vive la Iglesia. La invitación del Papa Francisco a abrazar la sinodalidad es muy oportuna para un movimiento joven como el nuestro, con tantos líderes listos para asumir más liderazgo. La sinodalidad nos invita a profundizar nuestra manera de caminar juntos como movimiento global, incluyendo una democratización y una apertura de las estructuras de gobierno y liderazgo. Naturalmente, esto también incluye límites de mandatos en roles de liderazgo como el mío. Es muy saludable crear espacio para que florezcan nuevos liderazgos, fieles a la máxima «el tiempo es superior al espacio» y a la necesidad de “iniciar procesos más que de poseer espacios” (Evangelii Gaudium 223). De hecho, nuestro Grupo de Trabajo sobre Sinodalidad está discerniendo activamente sus implicaciones para todas las estructuras del MLS, incluida nuestra primera Asamblea General en Asís en 2025. 
  • Necesidades de la mariposa. Tras emerger del capullo, la mariposa del MLS se prepara para volar a través de nuevos territorios. Este movimiento global cada vez más complejo, tras un crecimiento tan rápido, requiere nuevos dones en este rol en el que ahora me encuentro. El viaje de una mariposa es diferente al de una oruga, presentando todo tipo de nuevos retos y oportunidades. Una mirada fresca y nuevas perspectivas en este puesto pueden ayudar a la Secretaría a aprovechar al máximo los frutos de los últimos años, también abordando nuevas áreas de trabajo derivadas de nuestro crecimiento. La renovación del liderazgo siempre es saludable. Estoy muy confiado y entusiasmado con la forma en que la Secretaría seguirá evolucionando y madurando, para apoyar mejor al movimiento en el cumplimiento de nuestra misión tan audaz.
  • Sed de profundizar. Después de ocho años de tantas videoconferencias (reflejando los signos de los tiempos, el MLS se fundó a través de Skype), tengo sed de mucha más naturaleza y de encuentros cara a cara. Lo que hemos estado haciendo con los Círculos LS en Roma, pero más profundo. Con una emergencia planetaria cada vez más grave, necesitamos probar nuevas formas de resolver sus raíces espirituales más profundas, facilitando la «conversión ecológica» que pide Laudato Si’. Y qué mejor lugar que Asís (también tan querido para mí dada mi formación franciscana), y qué mejor momento que el Tiempo de la Creación, para intentar tales cosas. Resulta que profundizar en ambos proyectos es incompatible con las exigencias de tiempo de mi función actual. Tengo que ser honesto sobre lo que puedo y no puedo hacer, apuntando a estar plenamente presente con mi querida Vicky y la pequeña Isabella, un tema importante para un padre primerizo. Por tanto, espero que mi transición me permita encontrar el equilibro adecuado.

En cuanto a los aspectos prácticos, pronto comunicaremos más información sobre el proceso de búsqueda para identificar a mi sucesor. Hasta que eso finalice, esperemos que en junio, seguiré desempeñando mi función, garantizando una transición gradual.

Doy gracias a Dios y a todos los queridos amigos y amigas con los que hemos compartido este viaje de oruga tan vivificante. Demasiada gente para ser nombrada, en demasiados rincones del mundo. Gracias de corazón. Espero con entusiasmo los próximos pasos de nuestro viaje compartido.

Con la mariposa estirando sus alas radiantes, rezo para que seamos fieles para ayudarla a volar libremente y cabalgar los vientos del Espíritu Santo. Que prospere dentro de la gran bandada de mariposas, superando colectivamente los monstruos que se interponen en su camino para demostrar que «la injusticia no es invencible» (LS 74). Que desplieguen el espectáculo más impresionante que jamás hayamos visto, tan importante en esta coyuntura crítica de la historia planetaria.

“Caminemos cantando. Que nuestras luchas y nuestra preocupación por este planeta no nos quiten el gozo de la esperanza.” (LS 244)

Nos vemos en Asís si te resulta. De lo contrario, o además, seguimos unidos en la oración.

¡Laudato Si’!

Tomás Insua

Director Ejecutivo

Movimiento Laudato Si’