¿Qué es la desinversión?
La desinversión consiste en retirar tu dinero de las empresas que dañan el planeta, especialmente las empresas de combustibles fósiles que producen petróleo, gas o carbón. Es lo contrario a invertir: en lugar de apoyar a estas empresas con tu dinero invertido, retiras tu apoyo financiero.

¿Por qué es importante?
Los combustibles fósiles provocan el cambio climático, dañan la biodiversidad y amenazan los derechos humanos. Los más vulnerables —las comunidades pobres, los pueblos indígenas y los pequeños agricultores— son los primeros en sufrir las consecuencias. Al desinvertir, las instituciones y organizaciones religiosas dicen no a la destrucción del clima y sí a un futuro más seguro y justo

Ejemplos de diversas partes del mundo:

  • En Filipinas, los proyectos de gas fósil amenazan los medios de vida de los pescadores y agricultores del paso de la isla Verde, un rico ecosistema marino. 
  • En África Oriental, un oleoducto gigante pone en peligro las fuentes de agua, la biodiversidad y las comunidades indígenas de Uganda y Tanzania. 

¿Cuál es la alternativa?
Las energías limpias, como la solar y la eólica, están creciendo rápidamente. Desinvertir en combustibles fósiles y ayudar a redirigir las inversiones hacia estas soluciones sostenibles crea un mundo más saludable para todos.

La fe en acción
Las instituciones religiosas lideran el movimiento global de desinversión. Más de 1660 instituciones, que gestionan 40 billones de dólares, ya se han comprometido a desinvertir. Puedes unirte al anuncio mundial el 18 de noviembre de 2025, durante la COP30 en Brasil, y formar parte de esta acción moral y práctica en favor de nuestra casa común.

“La transición que se necesita, hacia energías limpias como la eólica y la solar, abandonando los combustibles fósiles, no tiene la velocidad necesaria” —Laudate Deum 55.

Las razones para desinvertir son sencillas: aprende los conceptos básicos, comprende por qué es importante y da el primer paso.

¿Quieres saber más sobre la desinversión?