Por qué este momento es importante

El 3 de julio de 2025, el Vaticano hizo un anuncio histórico: la introducción de una nueva Misa «Por el cuidado de la creación» (Missa pro custodia creationis) en el Misal Romano. Es la primera vez que la Iglesia incluye formalmente una oración litúrgica centrada en la creación como parte de su culto público.

Pero este momento es algo más que una nueva serie de oraciones.
Representa un audaz hito espiritual, una clara señal de que el cuidado de nuestra casa común no es una mera cuestión medioambiental, sino una vocación profundamente moral y centrada en la fe.

 

¿Por qué es importante?

Lo que rezamos determina lo que creemos y cómo vivimos.

 

Durante demasiado tiempo, las preocupaciones ecológicas se han visto como algo externo a la vida de fe. Pero la crisis climática, el colapso de los ecosistemas y el sufrimiento de los pobres no son sólo cuestiones sociales o medioambientales. Son crisis profundamente espirituales que nos llaman a la conversión.

Esta nueva Misa es la respuesta de la Iglesia:
una expresión de la llamada a la conversión ecológica, ofreciendo a los fieles el lenguaje y el espacio sagrado para llevar al altar el clamor de la Tierra y el clamor de los pobres.

Y cuando esta Misa se celebra dentro de la propia creación, se convierte en un poderoso acto de comunión.
Nos permite rezar con la creación, no sólo por ella: sumergirnos en el mundo vivo y, como enseña Laudato Si’,

“reconocer la naturaleza como un espléndido libro en el cual Dios nos habla y nos refleja algo de su hermosura y de su bondad:” (LS 12).

En estas celebraciones sagradas al aire libre -bajo el cielo, entre los árboles, rodeados de los sonidos de la vida- recordamos que la Tierra no es sólo un don que hay que proteger, sino un santuario donde Dios habita y habla.

Esta Misa es importante porque nos llama a adorar con los ojos abiertos, el corazón abierto y las manos abiertas, enraizados en la tierra de la creación y extendiéndonos hacia el cielo con esperanza.

 

Semillas de paz y esperanza

Este año también celebramos la 10ª Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, y el mensaje del Papa León XIV nos recuerda que estamos llamados a ser “semillas de paz y esperanza”. Inspirado en las enseñanzas de Laudato Si‘, y enraizado en las palabras del profeta Isaías, el Papa nos llama a reconocer que la verdadera conversión ecológica implica justicia, reconciliación y cuidado, especialmente para los más vulnerables.

“Ahora es el momento de seguir las palabras con los hechos», escribe el Papa León. “Trabajando con amor y perseverancia, podemos sembrar muchas semillas de justicia y contribuir al crecimiento de la paz y a la renovación de la esperanza».

Al igual que una semilla que atraviesa la tierra endurecida para dar vida y belleza, esta nueva liturgia -y todo el Tiempo de la Creación- es una invitación a la renovación espiritual y a la acción de la fe.

 

El jardín como símbolo de esperanza

Este año, el Tiempo de la Creación nos invita a contemplar el símbolo del jardín, un lugar donde se alimentan la armonía, la vida y la presencia de Dios. Los jardines nos recuerdan nuestro papel de administradores y ofrecen espacios sagrados para rezar con la creación, no sólo por ella.

En el Movimiento Laudato Si’, ya estamos siendo testigos de cómo esto se vive de maneras hermosas. Por ejemplo, el EcoJardín de la Caridad de Roma, dirigido por nuestra Organización Miembro, las Hermanas de la Caridad de Santa Juana Antida, y la Diócesis de Roma celebran misas mensuales en la creación, en colaboración con nuestro Círculo Laudato Si’ de Trastevere, llevando a los fieles a una comunión más profunda con la Tierra y entre ellos.

Y este jardín no es el único. En todo el mundo, cada vez más comunidades del MLS se reúnen en jardines -tanto literales como simbólicos- para celebrar la Misa, reflexionar y transformarse. Te invitamos a explorar y utilizar la Misa por el Cuidado de la Creación como guía para tus propias celebraciones comunitarias:

Lee el recurso aquí.

Soñamos con ver más parroquias y diócesis que acojan esta nueva liturgia al aire libre, en jardines, parques y espacios naturales sagrados. Invitamos a los obispos y al clero de todo el mundo a guiar a su pueblo en la oración dentro de la propia creación, mostrando que la Iglesia no sólo habla de la conversión ecológica, sino que la vive. El Tiempo de la Creación de este año nos invita a contemplar el símbolo del jardín, un lugar donde se alimentan la armonía, la vida y la presencia de Dios. Los jardines nos recuerdan nuestro papel de administradores y ofrecen espacios sagrados para rezar con la creación, no sólo por ella.

¿Cuál es el siguiente paso?

Se espera que la nueva Misa sea acogida por comunidades de todo el mundo, especialmente durante el Tiempo de la Creación (del 1 de septiembre al 4 de octubre), en el que se nos invita a unirnos en oración y acción por nuestra casa común. Estas palabras del profeta acompañarán el «Tiempo de la Creación», una iniciativa ecuménica que se celebrará del 1 de septiembre al 4 de octubre de 2025″.

Te invitamos a visitar tiempodelacreacion.org para explorar la Guía de Celebración y los recursos prácticos que te ayudarán a ti y a tu comunidad a orar, reflexionar y actuar con fe y compromiso renovados.

Que esta Misa sea algo más que un añadido litúrgico
Que sea un signo de conversión, esperanza y un camino compartido de amor por la creación.

Que comience… en el jardín.