Los obispos miembros de la Conferencia Episcopal Católica del Pacífico publicaron una carta relacionada con la crisis climática, hablando “desde el océano” para comunicar “la voz profética y pastoral de las Iglesias respecto a las amenazas que el cambio climático impone a los vulnerables pueblos insulares de Oceanía”.

En dicha carta expresan cómo las 43.2 millones de personas que viven en Oceanía se ven día a día gravemente afectadas por las consecuencias de la crisis climática, especialmente con la subida del nivel del mar y el agotamiento de los recursos. Las economías débiles de los estados los vuelven vulnerables a la explotación de las potencias económicas.

“Las empresas mineras y extractivas llevan a cabo negocios que destruyen el medio ambiente y niegan el sustento a nuestros pueblos”, expresan, refiriéndose a industrias como la extracción de grava y arena negra, la minería de alta mar, la tala de árboles y la pesca. 

Los obispos recordaron que “el 52º Foro de las Islas del Pacífico, celebrado el 11 de noviembre de 2023 en las Islas Cook, dejó claro que los combustibles fósiles y las emisiones de carbono son los principales motores del cambio climático”.

En la carta proponen un cambio de narrativa hacia el mensaje de Laudato Si’ y Laudate Deum, que señalan que el paradigma tecnocrático es la causa fundamental de la crisis climática y del actual proceso de deterioro medioambiental. Un paradigma que no respeta la relación y dependencia del ser humano con la creación.

Por eso, dan un mensaje clave: “Los Obispos de Oceanía dicen firmemente NO A LOS COMBUSTIBLES FÓSILES. La solución es buscar fuentes alternativas de energía”, y llaman a la acción a la comunidad: “Somos la vanua (tierra) y el moana (océano), y asimismo el vanua y el moana somos nosotros. El cambio climático y la explotación económica amenazan nuestra dignidad, identidad, medios de vida y existencia”.

La carta concluye con un mensaje a la comunidad local: “Islas Oceánicas, unamos nuestras manos para luchar contra este monstruo. ¡Juntos podemos!”, dicen. Mientras que a la comunidad internacional le piden: “Clamamos a nuestros hermanos y hermanas mayores por compromisos inmediatos y efectivos para que el mundo pase a ser un mundo sin combustibles fósiles”.

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