Al celebrar el Día de la Tierra, que este año invita especialmente a “Invertir en nuestro planeta”, contribuyendo a una economía saludable, celebramos también el reciente anuncio de desinversión global, liderado por el Movimiento Laudato Si’ en asociación Operation Noah y otras organizaciones, al que ya se unieron cientos de instituciones religiosas.

La desinversión es una estrategia esencial en la lucha contra la crisis climática. Consiste en  asegurarse de que tus finanzas no sostengan la extracción de combustibles fósiles y retirar las inversiones de las empresas que dañan el medio ambiente. Al desinvertir, estamos presionando a las empresas para que cambien sus prácticas y reduzcan su huella de carbono.

«Porque allí donde tengan su tesoro, tendrán también su corazón» (Lc 12, 34). Jesús nos enseñó que nuestro “verdadero tesoro” es aquel que debemos acumular en el cielo, no en la tierra. Pero, ¿qué pasa con los tesoros terrenales que también tenemos? 

Las palabras de Jesús son igual de válidas y nuestro estilo de vida debe ser coherente: nuestras inversiones, tanto personales como las de nuestras instituciones, no pueden alimentar una industria que destruye nuestro planeta. Por eso, debemos encontrar un “buen lugar” donde invertir esos tesoros terrenales. Un lugar dónde la rentabilidad y la búsqueda del bien común se encuentren.

A nivel personal, también podemos actuar en consecuencia. La mayoría de las compañías bancarias tienen inversiones que no contribuyen al cuidado del medio ambiente. Quizás tu propio banco. Infórmate sobre esto en nuestra nueva web sobre Bank Boycott y redirige tus recursos financieros hacia bancos sostenibles.

Hacer algo por la tierra es posible. Tomemos medidas concretas para cuidar de nuestra casa común y a todos sus habitantes. Estemos en solidaridad y trabajemos hacia un mundo más justo y sostenible, generando un impacto positivo en el medio ambiente en este Día de la Tierra y todos los días.