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Guía mensual de oración del MLS

Este recurso es una guía que los miembros de nuestro movimiento pueden utilizar colectiva o individualmente cada mes. Esta guía de oración mensual contiene reflexiones y testimonios de diferentes miembros de nuestro movimiento global para inspirarte a rezar, contemplar, reflexionar y actuar en favor de la creación. La edición de este mes fue preparada por el Hno. Benedict Ayodi, de Kenia, y el P. Yannick Essengue SJ, de Congo – Brazzaville, con el apoyo de Suzana Moreira, de Brasil, y el trabajo estratégico de Guada García Corigliano, de Argentina, el trabajo de diseño de Marco Vargas, de Ecuador, así como el trabajo de los miembros del equipo de Comunicación repartidos por las Américas y de las traductoras repartidas por todo el mundo. 

 

Si prefieres, puedes descargar este recurso en formato PDF, haciendo click aquí.

Cómo utilizar esta guía de oración para un encuentro

Este año estamos introduciendo algunos cambios en esta guía para que pueda servirte mejor a ti y a tu comunidad. He aquí algunos consejos para que utilices esta guía como estructura de un encuentro:

  1. Lee la guía completa para familiarizarte con el contenido y planificar cómo lo utilizarás en el encuentro.
  2. Guía el encuentro a través de los tres pasos: Escuchar el Canto de la Creación, el Clamor de la Creación y la Llamada de la Creación, asegurándote de dar prioridad al tiempo para la oración en común, el silencio contemplativo y la reflexión personal y compartida..
  3. Una vez finalizado el encuentro, recuerda dar las gracias a los participantes y empezar a planificar el siguiente, así como seguir rezando durante todo el mes con la intención y la oración del mes.

 

 

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Escuchar el canto de la creación

Por María, Reina de la Creación, para que interceda por los sufrimientos de la Tierra y de los pobres

“Así como lloró con el corazón traspasado la muerte de Jesús, ahora se compadece del sufrimiento de los pobres crucificados y de las criaturas de este mundo arrasadas por el poder humano” (LS 241).

Una imagen del río Congo desde el lado de Brazzaville, en la República Democrática del Congo, RDC

Oración del mes: Oración a María

El Ángel del Señor anunció que amarías
Y la creación rebosó de júbilo
Y sonrió en los nogales y danzó en las flores…
Y tú, María, mujer sencilla, mujer de pueblo
Dijiste «sí» a la novedad del Reino
Y la tierra entera se preñó de versos
Y soñó justicia y destiló manjares.

«He aquí la esclava del Señor», dijiste
y permitiste a Dios ser Dios en tus moradas
y señalaste así el camino feliz de las bienaventuradas.
Y se hizo en Ti según la Palabra
Y Dios se hizo en Ti como en surco que labra.
Y el Verbo se hizo carne, se hizo cuerpo, se hizo sangre
Y lo divino se hizo materia e hizo tangible el amor del Padre.

Por eso, Dios habita entre nosotros
En la novedad genética y la infinitud del cosmos
En las olas del mar y en todas las manos dispuestas a aprender a amar.
El Dios encarnado, materializado, está entre nosotros:
Proyecto de vida, del suelo hasta el cielo
Proyecto de vida, resiliencia y consuelo.

El Ángel del Señor anunció que amarías
Y sigue anunciando que otro mundo es posible
Si el llanto del pobre transforma egoísmos en panes y abrazos
Si el llanto del páramo fecunda el ingenio y orienta los pasos
Si el delfín conmueve hasta unir corazones y tejer
más lazos.

Desde estos pesebres humanos que somos nosotros
Te pedimos, Madre, que venga ese Reino que tu bebé proclama.
Que surja en nosotros el saber del amor, su magia y su gracia.

Y que cada cuenca sea una nueva cuna
donde la ecología rime en armonía
donde la justicia juegue con sonrisas
y donde Navidad sea más que un rito, 
sea el embarazo, sea pacto, abrazo,
comunión fraterna, eucaristía cósmica,
liturgia sagrada de un mundo mejor.

(Por Alirio Caceres, del Libro de Oraciones del MLS)

 

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Escuchar el Clamor de la Creación
Reflexión mensual para profundizar en nuestra eco-conversión

María, nueva Eva en la madrugada de la nueva creación
P. Yannick Essengue, SJ, Formador del MLS, Congo – Brazzaville
P. Yannick Essengue es jesuita camerunés, en misión en la República Democrática del Congo. Trabaja como director adjunto del CERC, un centro de investigación. Es doctorando en codirección entre la Universidad Jean Jaurès de Toulouse y la Universidad Marien Ngouabi de Brazzaville. Es Animador Laudato Si’ y Formador de Formadores.

Todos estos días, caminamos con Cristo resucitado, que en la mañana de Pascua resucitó con el sol, y cada día resucita con un nuevo día para la humanidad, como entrando en una nueva creación. El plan de Dios se cumple en toda su magnitud. Según la tradición ignaciana contenida en los Ejercicios Espirituales de San Ignacio, María es la primera persona a la que se apareció Jesús, aunque no se menciona en las Escrituras. En este sentido, San Ignacio la considera la primera discípula y la primera en aceptar el plan de Dios (cf. Ejercicios Espirituales, 215-218). La Resurrección no fue un plan para demostrar el poder de Dios, sino el fruto de una iluminación interior, un acto, una profesión de fe. Al pie de la cruz de Jesús, María y Juan fueron testigos del sufrimiento de Dios. En la madrugada de la Resurrección, fueron también los primeros en recibir la Buena Noticia, hecha carne y viva de nuevo, con una mirada iluminada y una sonrisa iluminadora, mientras eran transportados a la alegría de la Resurrección, la alegría espiritual. 

Esto es particularmente llamativo en la meditación que San Ignacio de Loyola propone a quienes practican los Ejercicios Espirituales en la cuarta semana (la última etapa antes del final del retiro de treinta días). En el primer preámbulo, que recuerda la historia: «Así es como, después que Cristo hubo expirado en la cruz y el cuerpo quedó separado del alma, estando aún unida a él la divinidad, descendió el alma bendita a los infiernos, unida del mismo modo a la divinidad; y, después de haber sacado de allí las almas justas y haber llegado al sepulcro, resucitado, se apareció en cuerpo y alma a su bendita madre» (Ejercicios Espirituales, 219). Este pasaje, meditado al contemplar la aparición de Jesús a su madre, nos recuerda cómo ella está asociada de modo tan especial al proyecto de nueva creación que representa el acontecimiento pascual. Es una nueva era para todas las almas que un día estuvieron en el fondo del abismo, pero que encuentran una nueva vida en Jesús, que sale victorioso de la muerte. Para nosotros, María Madre de la Creación es también María Madre de los Pobres. María es, pues, la prolongación de aquella antigua promesa hecha a Abraham, el primer creyente: «En ti serán benditas todas las familias de la tierra» (Gn 28,14), porque ella es, en efecto, la bendita entre todas las mujeres (cf. Lc 1,42).

María, Madre de Cristo Resucitado y testigo de la luz de la primera madrugada de la Nueva Creación, por tu Hijo, alcánzanos el soplo de vida, alcánzanos la gracia del fruto bendito de tu vientre para levantar la nueva ola. La ola que nos llevará en alas de la fe hacia el Resucitado que asciende hacia el cielo, llevando consigo los clamores de las almas sufrientes, heridas por la injusticia, la explotación y la miseria, donde por fin podremos arder con el mismo deseo por Aquel que es y que arde sin consumirse.

Las aguas del lago Tanganica, en Burundi, han subido. Tras meses de lluvias incesantes, la población experimentó «efectos devastadores» que han desplazado a casi 100.000 personas.

Preguntas para la reflexión
  • El mes de mayo en la Iglesia católica suele ser el mes que las iglesias de todo el mundo dedican a reflexionar sobre nuestra bendita madre y madre de Cristo, María. ¿Cómo es tu relación con María? Reflexiona sobre cómo ella es testigo de la Buena Nueva de Jesucristo y, por tanto, testigo de la Buena Nueva para toda la creación.
  • En Laudato Si’ 241, el Papa Francisco llama a María Reina de toda la creación y ofrece algunas reflexiones sobre su afecto maternal por este mundo herido. Cuando tú y tu comunidad reflexionan sobre los clamores de la Tierra y de los pobres, ¿piensan cómo éstos atraviesan el corazón de María? Piensa en el dolor de una madre que ve cómo se destruye la gran obra de su hijo. ¿Cómo consolarías a esa madre?
  • A pesar de todo el dolor y la violencia que María presenció en la vida de su hijo, pudo ver la gloria de la resurrección y convertirse en testigo del amor y de la nueva vida. ¿Cómo puede estar llamándote Cristo resucitado a ser testigo del amor y de la nueva vida allí donde te encuentras ahora mismo, incluso en medio del dolor y las injusticias? Pide a María “que nos ayude a mirar este mundo con ojos más sabios” (LS 241).

 

 

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Escuchar la llamada de la Creación
Llamada a la acción de este mes
Participa en un encuentro local durante la Semana Laudato Si’

Del 19 al 26 de mayo se celebrará una nueva edición de la Semana Laudato Si’ bajo el lema Semillas de Esperanza, dedicada a inspirar nuevos hábitos. 

Convencidos junto con el Papa Francisco de que «no hay cambios duraderos sin cambios culturales… y no hay cambios culturales sin cambios en las personas» (LD 70), católicos de todo el mundo participarán en desafíos diarios que motivarán cambios en hábitos personales, y gradualmente transformarán sociedades.

Únete a nosotros en esta Semana Laudato Si’ celebrando con los miembros de tu comunidad, círculo o capítulo, un encuentro local que también nos unirá en nuestro camino hacia 2025.  Tu participación activa es crucial para forjar nuestro futuro común como Movimiento descentralizado. Consulta las últimas noticias aquí.

 

Participa en la Semana Laudato Si’

 

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