La hermana Cleusa Carolina Rody Coelho nació en Brasil en 1933, en una familia católica muy comprometida con los derechos humanos y la justicia social. Desde joven, Cleusa sintió una gran pasión por la naturaleza y la protección del medio ambiente, y decidió dedicar su vida a la defensa de los pueblos indígenas y de la biodiversidad del Amazonas.

Estudió literatura e idiomas, y después ingresó en las Misioneras Agustinas Recoletas y se convirtió en misionera en la región amazónica de Brasil. Allí, trabajó para denunciar la violencia y la opresión que sufrían los pueblos indígenas a manos de empresas mineras y madereras.

Trabajó para crear conciencia sobre la importancia de la conservación de la biodiversidad del Amazonas y la necesidad de preservar los ecosistemas naturales. Su trabajo siempre demostró la valentía que tenía dentro, sobre todo por lo peligroso que podía ser. Incluso recibió amenazas de muerte. A pesar de ello, Cleusa continuó con su trabajo y se convirtió en una voz destacada en la lucha por los derechos humanos y la justicia ambiental en Brasil.

En 1985, Cleusa fue asesinada. Su muerte fue un golpe duro para activistas y defensores de los derechos humanos en Brasil, pero su legado y su espíritu de lucha continuaron inspirando a otros a seguir luchando por la justicia ambiental y los derechos de los pueblos indígenas.

Cleusa Carolina Rody Coelho sigue siendo recordada como una mártir de la lucha por el medio ambiente y los derechos humanos en Brasil, por eso llamamos «eco mártir». 

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