La 26ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), que se celebrará en Glasgow, es una cumbre decisiva para la acción climática mundial y para limitar el calentamiento global a 1,5 grados este siglo con respecto a los niveles preindustriales.

Los católicos de los seis continentes se han unido antes de la crucial conferencia de la ONU firmando la petición Planeta Sano, Gente Sana para darle una voz a la Tierra. Únete a los católicos de todo el mundo y firma la petición hoy mismo.

La petición profética pide a los gobiernos que establezcan objetivos ambiciosos que limiten el calentamiento a 1,5 grados y protejan nuestra casa común, entre otras peticiones, durante la COP26 y la conferencia de la ONU sobre la biodiversidad en abril.

La COP26 es un momento tan vital que el Vaticano va a enviar una delegación a la conferencia de la ONU sobre el cambio climático. El Secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, encabezará la delegación, que tiene previsto estar «en todas partes» durante la cumbre de dos semanas, que comienza el domingo y termina el 12 de noviembre.

Con su asistencia, la Santa Sede pretende amplificar la voz de los más afectados y promover su inclusión en las negociaciones sobre justicia climática. Además, las negociaciones se centrarán en la protección de la biodiversidad y en ayudar a toda la creación de Dios a adaptarse, mitigar y recuperarse de los daños causados por la crisis climática.

Por qué es tan importante que el Vaticano vaya a la COP26

La asistencia del Vaticano demuestra lo importante que es esta conferencia para la Iglesia católica mundial y para todos los católicos. La delegación del Vaticano es uno de los muchos grupos religiosos que asistirán a Glasgow y que reconocen que nuestra casa común está en peligro. Juntos, con personas de fe de todo el mundo, están pidiendo una acción audaz y consciente a nivel mundial.

Uno de los principales indicadores de éxito en Glasgow será el número de gobiernos que presenten nuevos objetivos quinquenales, conocidos como Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés), y si los nuevos planes mantienen al mundo en el camino de no superar los 1,5 grados de calentamiento.

Lo que hay que vigilar en la COP26

Un resultado triunfante en Glasgow también exigiría a los países desarrollados cumplir con los 100.000 millones de dólares anuales para 2020 que han prometido para apoyar la acción climática en los países en desarrollo. Ese objetivo, sin embargo, no se cumplió el año pasado.

La compensación financiera por las «pérdidas y daños» vividos por tantas personas pobres será una petición clave, especialmente para el Sur Global, y que el Vaticano, así como la Iglesia mundial, vigilarán de cerca.

Estos fondos son necesarios para ayudar a las innumerables comunidades que se han visto perjudicadas por la crisis climática y para aquellos que han perdido tierras debido a la subida del nivel del mar. Afrontar juntos y con seriedad el cambio climático y la pérdida de biodiversidad garantiza la protección colectiva de nuestra casa común.

Al incidir en estas acciones, la Iglesia mundial pretende representar a los que no tienen voz y garantizar que nadie quede excluido o abandonado a causa de la crisis climática.

Es una tarea difícil, pero nuestra fe nos llama a tales acciones. Por lo tanto, con el Vaticano y los líderes de la Iglesia de todo el mundo, trabajaremos y rezaremos por objetivos más ambiciosos en la COP26 de Glasgow.

Apoya la petición del Papa Francisco: Firma la petición «Planeta sano, gente sana».