Concluyó la Peregrinación Europea de Jóvenes 2022 en Santiago de Compostela, que tuvo lugar entre el 2 y el 7 de agosto en la ciudad de Santiago de Compostela, y contó con la participación de más de 12.000 jóvenes de toda Europa, más de 55 obispos y 400 sacerdotes, de diferentes órdenes religiosas, congregaciones, movimientos y diócesis. 

Durante cinco días la ciudad gallega se convirtió en el epicentro de la juventud del viejo continente. Unas jornadas que han sido una oportunidad para profundizar en la importancia del cuidado de nuestra Casa Común y en la peregrinación a pie a Santiago de Compostela. 

Entre los jóvenes, se destacó la presencia de los peregrinos de Italia y Portugal, estos últimos animando a participar de la próxima Jornada Mundial de la Juventud, que tendrá lugar en Lisboa del 1 al 7 de agosto de 2023.

El encuentro tuvo su conclusión con la Misa de Envío y Clausura en el Monte do Gozo, presidida por el legado pontificio, el Card. Antonio Martos, obispo emérito de Leiria-Fátima.

El cardenal destacó a su llegada, en la acogida oficial a la peregrinación, que nos encontramos ante un nuevo escenario con impredecibles consecuencias para los más pobres, con una crisis a nivel político, económico, social y ecológico, donde nuestra misión debe ser atender al grito de los más pobres, y construir la paz, a través del bien común y la fraternidad.

En palabras al Movimiento Laudato Si’ durante la rueda de prensa, el cardenal resaltó que el camino no es solo el aspecto ambiental, donde la casa de todos está amenazada por las alteraciones climáticas y la deforestación; sino también es un llamado a cuidar de la creación con todo lo que ello implica, siendo un problema muy sensible para los jóvenes, en el que tenemos que profundizar.

Ver, llamar y seguir

Durante la Vigilia de Oración, celebrada en la noche del sábado 6 de agosto, se trató de nuevo sobre el esfuerzo en el cuidado de nuestra casa común, animando a los jóvenes a que sean capaces de descubrir y realzar las bases de una verdadera solidaridad social en una cultura de encuentro.

Finalmente en la Eucaristía de envío de los miles de jóvenes allí congregados, surgió la idea del amor y el servicio, dos elementos fundamentales en la “cultura del cuidado y del encuentro” que sirvan para derribar muros. Para crear una hermandad universal, llevando el Evangelio a los olvidados, y que la Casa Común sea realmente un lugar hermoso para todos. El arzobispo de Santiago, Mons. Julián Barrio, destacó la oportunidad que ofrece el camino para hallar esperanza y reencontrarse con Dios.

Cabe destacar que la PEJ 2022 se celebró con motivo del año Xacobeo prolongado por el Papa Francisco a causa de la pandemia, que tendrá su próxima cita en 2025, fecha en la que la festividad del Apóstol Santiago se conmemora en domingo. 

El abrazo a la Creación

Entre las actividades de la PEJ, se realizó el espacio “Cuidando nuestra tierra”, organizado por el Movimiento Scout Católico, con un área para la oración y la reflexión a cargo de la delegación del Movimiento Laudato Si’.

El parque del Bonaval fue el lugar escogido para estos trece talleres, que contó con actividades prácticas de reciclaje, pintura, manualidades y limpieza de basura, que permitieron a los centenares de jóvenes participantes adentrarse en el cuidado de la Casa Común.

La Capilla Ecológica diseñada por el Movimiento Laudato Si´ habilitaba un espacio para conocer más de cerca el mensaje de la encíclica, las invitaciones que conllevaba y la búsqueda de un verdadero compromiso. Se invitó a los jóvenes a conocer los cuatro pilares de la ecología integral: la relación con uno mismo, con Dios, con los demás y con el entorno, vertientes que se plasman a lo largo del Camino de Santiago.

Los ejes vertebradores de la actividad fueron el “ver, juzgar y actuar”. El primer paso consistía en realizar una breve reflexión y profundizar sobre temas de relevancia como el cambio climático, el efecto invernadero, cuáles son sus causas y consecuencias. Posteriormente se analizaba cómo esta desprotección de la casa común afectará a sus localidades en el futuro. La sequía, la deforestación, el acceso a agua potable o la subida del nivel del mar fueron los principales puntos que se destacaron y que tendrán consecuencias a nivel social y económico en sus regiones.

Juzgar fue el segundo paso que se abordó, reflexionando sobre los hábitos de vida y de consumo de los jóvenes, a través de la medición de la huella de carbono, y su impacto en el medio ambiente. 

Finalmente, en el paso del actuar se invitó a los jóvenes a ponerse en marcha y ser constructores de paz y fraternidad, como lo señaló el cardenal Martos en su homilía de clausura. Durante esta parte de la Capilla Laudato Si´, los jóvenes escribieron en lazos blancos sus compromisos individuales, que fueron añadiendo a un gran mural donde se recogieron todas las intenciones.

Centenares de jóvenes pasaron por el espacio “Abrazo de la Creación», una oportunidad que se vio complementada con otros talleres, espacios y conferencias, por ejemplo sobre el comercio justo, o la actividad Laudato Si´ GPS, con una ruta que daba las claves para vivir el cuidado del planeta y de las personas.