Por Rachel Mash y Suzana Moreira

*Re-publicado con permiso de Reformed Worship ©️ 2023 Worship Ministries* Este blog contiene extractos adaptados del artículo original. Encuentra el artículo completo en inglés aquí.

En los últimos años, un número creciente de iglesias están incluyendo el Tiempo de la Creación en su calendario anual cristiano. El año cristiano es una herramienta útil para organizar la programación de predicación y adoración de las congregaciones. Pero, ¿qué lugar ocupa este nuevo Tiempo de la Creación dentro del marco más amplio del año litúrgico?

Reformed Worship planteó estas y otras preguntas a Rachel Mash (Sudáfrica) y Suzana Moreira (Brasil), copresidentas del Comité Directivo Ecuménico para el Tiempo de la Creación.

Teología y Finalidad del Año Cristiano

El calendario litúrgico es el resultado de una antigua tradición de comunidades de fe que buscan celebrar la experiencia de Dios en su vida cotidiana a lo largo del año. La tradición cristiana asumió las principales fiestas de nuestra fe, las acciones salvíficas de Cristo, y las distribuyó a lo largo de un año. El centro de las celebraciones litúrgicas es siempre el misterio pascual, que ilumina todos los momentos del año. Así, cada año tenemos la oportunidad de celebrar un nuevo ciclo, partiendo de las nuevas perspectivas de la vida cotidiana de hoy, arraigadas en la antigua tradición y en las raíces de nuestra fe.

Los calendarios litúrgicos cristianos occidentales, como el Leccionario Común Revisado, se basan en el ciclo del Rito Romano de la Iglesia Católica y son seguidos en muchas iglesias protestantes, incluidas las tradiciones luterana, anglicana y presbiteriana, entre otras. Es una forma de expresar la verdad de las Escrituras de que hay una sola fe.

Tenemos períodos para celebrar la obra de Dios Hijo, como en Pascua y Navidad, y de Dios Espíritu Santo en Pentecostés. Sin embargo, no tenemos un período tradicional para considerar la obra de Dios Creador, por lo que el Tiempo de la Creación se dedica a considerar las Escrituras que enseñan sobre la obra de Dios Creador.

De hecho, el primer acto de Cristo en la historia de la salvación fue, junto con el Creador, la creación del cosmos: “Todas las cosas fueron hechas por medio de él” (Jn 1,3). Ese amoroso acto creativo es el requisito previo para el resto de la historia. [En una entrevista de 2008, el Papa Benedicto XVI dijo: “Si nosotros no anunciamos a Dios en toda su grandeza, de Creador y de Redentor, quitamos valor también a la Redención” (Benedicto XVI, 6 de agosto de 2008). 

Por eso debemos celebrar de manera más intencionada el Tiempo de la Creación: como una oportunidad para profundizar en el gran misterio de la Creación. Y durante el Tiempo de la Creación estamos llamados a reflexionar y honrar los dos significados interrelacionados de “creación”: el acto divino que creó el cosmos y el don resultante de dicho acto.

La motivación para el Tiempo de la Creación surge de la conciencia de la importancia de la creación y la necesidad de explorar lo que las Escrituras dicen sobre la creación, lo cual lleva a los cristianos a rezar por y a actuar para protegerla.

Un Movimiento Ecuménico y Global

La toma de conciencia de la triple crisis planetaria del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación nos ha hecho darnos cuenta de que nuestra casa común está amenazada. Como familia ecuménica mundial, somos productores de residuos plásticos; somos recolectores informales de residuos; somos aquellos cuya salud se ve perjudicada por la combustión de la contaminación plástica proveniente de otras naciones.

Los desafíos a los que nos enfrentamos son globales, por lo que las respuestas deben ser globales. Sin embargo, los principales desafíos medioambientales a los que nos enfrentamos son el egoísmo, la codicia y la apatía, por lo que necesitamos una respuesta espiritual.

Como cristianos, muchas veces nos olvidamos de reconocer las diferencias culturales y los contextos geográficos que influyen en nuestras vidas e incluso en las formas en que podemos celebrar nuestra fe. El Tiempo de la Creación es global para recordarnos que, para cuidar verdaderamente de la creación debemos pensar globalmente mientras actuamos localmente.

Cuanto mayor sea el número de congregaciones y denominaciones que celebren este tiempo, más nos acercaremos al misterio de la fe en la encarnación y redención y entre nosotros. Necesitamos escuchar lo que Dios nos está diciendo en este momento de la historia, por lo que debemos explorar las Escrituras. Este tiempo nos brinda la oportunidad de centrarnos en las Escrituras, en la oración y en la acción. Creemos que el papel de las comunidades de fe es de gran importancia para afrontar los desafíos.

Próximos Pasos y Recursos

Participan muchas iglesias que no siguen el año litúrgico. Tú entiendes tu iglesia y tu contexto; ¡lo importante es predicar, orar y actuar en el momento del año que más te convenga!  

Regístrate en el sitio web (seasonofcreation.org/es) para recibir información. Consúltalo periódicamente para ver qué están haciendo otras iglesias de tu zona. Considera la posibilidad de celebrar un servicio ecuménico conjunto. Forma un equipo para El Tiempo que pueda pensar en temas para las distintas semanas y buscar ponentes, actividades creativas para jóvenes, recursos litúrgicos e himnos/canciones sobre el tema.