Religiosas. Credit: Cathopic
La pérdida de la biodiversidad está preocupando a distintos sectores de la sociedad. Hemos visto como las huelgas por el clima movilizan a cientos de miles de jóvenes y adultos en distintas ciudades del mundo. Pero hay un sector que también está en acción y es quizás menos visible: las congregaciones religiosas.
Preparados para vivir la COP15, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre biodiversidad que tendrá lugar en China, conversamos con la hermana Maru Iza Santisteban, Misionera del Divino Maestro, de Colombia, y con la hermana Maria Salud Sánchez, de la congregación Ursulinas de Jesus, en Cochabamba, Bolivia.
La hermana Maru Iza es una animadora Laudato Si’ que participa activamente en el capítulo nacional de su país. Para ella “el cuidado del planeta es algo que se escucha mucho en los medios por el calentamiento global; y la pérdida de biodiversidad es tan grave por la cantidad de especies en peligro de extinción”.
Esto la motivó a trabajar especialmente para difundir la petición “Planeta sano, gente sana”, en la propia comunidad religiosa, proponiendo diversos proyectos como reciclaje, compostaje y botellas de amor.
Las clases con jóvenes y sus familias fue otro aspecto en el que trabajó la religiosa: “La educación en este aspecto despierta fortalezas para la vida, creando conciencia y amor por nuestra madre tierra. Los jóvenes son muy sensibles y acogen fácilmente estas iniciativas convirtiéndose en propagadores de ellas”.
Las redes sociales también han sido escenario para la búsqueda de firmas: “Pequeñas acciones que suman y nos hacen más conscientes de nuestro ser custodios de la creación. + COP – CO2”, concluye la hermana Maru Iza.
A su vez, desde Bolivia, la hermana Maria Salud comenta que en 2021 aprovechó el encuentro de la Conferencia Boliviana de Religiosas y Religiosos para difundir “Planeta sano, gente sana”, además de difundir por las propias redes sociales y las de sus contactos y amigos.
La religiosa colaboró en las campañas de vacunación contra el Covid-19 de su ciudad, y allí aprovechó para juntar firmas entre los voluntarios y las personas que asistían a vacunarse.
“Para mi fue una experiencia nueva, porque a mi eso de pedir firmas me cuesta. Pero sentí la necesidad de hacerlo por nuestra casa común y me lancé a ello”, compartió la hermana.
¿Eres religiosa y también te has involucrado con acciones por la casa común y juntando firmas para la petición “Planeta sano, gente sana”? ¡Dejanos tu comentario! Y si te gustó este blog, puedes darle tus cinco estrellas.