El sector de La  Gasca, en Quito, fue arrasado el pasado 31 de enero por un fuerte aluvión que dejó fuertes consecuencias para los pobladores. Elías Armendaris, Animador Laudato Si’ y Comunicador Social de Ecuador, escribió al respecto.

“Negociados turbios, corrupción, tráfico de tierras, tala indiscriminada y la falta de planificación urbana;  fueron algunos de los componentes que engrosaron el aluvión”, expresa. 

El animador describe que se trató de “una fuerte correntada de lodo, piedras, árboles, autos, basureros y todo orden de cosas que se encontrasen en el camino, incluyendo varias personas y animales”. 

A pesar de que en la zona había antecedentes, este evento fue el de mayor envergadura. Según el alcalde, Santiago  Guarderas, “se acumularon 75 litros de lluvia por metro cuadrado en el sector, cuando se esperaba apenas dos litros por metro cuadrado”, y esto fue lo que ocasionó el deslave pues cada metro cúbico pesa una tonelada.

Haciendo un poco de historia, hizo mención a que “antiguamente estas quebradas se encontraban despejadas y eran afluentes que desembocaban en la  laguna de Iñaquito. Aún en 1940 podían encontrarse garzas en las pequeñas lagunas y humedales dónde  actualmente se ubica el parque de la Carolina y una importante zona financiera”.

Pero sucede que “con la expansión urbana estos desfogues naturales se han obstaculizado con rellenos para poder construir sobre dichas zonas, negando los cauces naturales, que encuentran nuevas rutas por encima de  los taponamientos”.

“En un análisis morfodinámico aplicado al diagnóstico de riesgos naturales en los sistemas La Gasca y San  Carlos, Quito, Ecuador, realizado en 1988 por los urbanistas e investigadores ecuatorianos Mauricio  Meza, Ivo Moreno y Cristóbal Serrano, además de los expertos extranjeros como José E. Novoa (Chile) y  Féliz Sánchez Camargo (Panamá), se destaca que esa zona tuvo problemas desde 1961.

Uno de los casos más graves que se recuerde es el sucedido en 1975 cuando un deslizamiento de tierras, lodos y escombros mató algunos ciudadanos y varios animales, depositándose en el sector de la Av. América”. 

Un año antes del incidente, el 3 de febrero del 2021, un grupo de moradores de ocho barrios, incluyendo La Gasca se manifestaron en contra de la construcción del proyecto “Urkupamba”, un proyecto de camposanto con énfasis en cremación, de al menos 35 hectáreas. 

“Ante las protestas, Jorge Yunda, burgomaestre entonces, declaró el proyecto cancelado, aun cuando ya contaba con la autorización que curiosamente habría sido emitida por la secretaría del ambiente de la misma cartera municipal que él presidía. En tanto, todas las autoridades hicieron oídos sordos ante las múltiples advertencias que alertaban sobre la tala continua del bosque primario”. 

En 2017 “esta iniciativa ya se había propuesto y desechado, al sobreponerse a tres áreas del Sistema Nacional de Áreas Protegidas. Pero en esta ocasión, y pese a la declaratoria, ya había empezado la tala de árboles y la edificación”. 

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