¿Qué es la sinodalidad?

Sinodalidad significa caminar juntos como Pueblo de Dios. Indica una manera de escuchar a cada persona como miembro de la Iglesia para entender cómo Dios puede hablarnos a todos. De este modo, la sinodalidad nos recuerda la obra del Espíritu Santo a través de cada uno de nosotros y a través de todos nosotros trabajando juntos para nuestra misión común. 

Desde el comienzo de su pontificado, el Papa Francisco ha destacado la importancia de cultivar la sinodalidad en nuestra Iglesia. En sus propias palabras, la sinodalidad es el camino «que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio» porque es una «dimensión constitutiva de la Iglesia». Por ello, el Papa Francisco ha convocado un Sínodo sobre la Sinodalidad, que tendrá lugar de 2021 a 2023.

El llamamiento del Papa Francisco para que nos centremos en la sinodalidad es una llamada a restaurar y profundizar nuestras raíces como Pueblo de Dios que camina unido en una misión común como seguidores del Camino, el mismo Jesucristo. Inspirado y motivado por este camino que nuestra Iglesia está emprendiendo en este momento, el Movimiento Laudato Si’ también pasará por un proceso sinodal durante 2022 para evaluar y profundizar su propia sinodalidad en comunión con la Iglesia Católica.

¿Por qué centrarse en la sinodalidad en el Movimiento Laudato Si’?

La sinodalidad es una parte central de lo que somos, como se refleja en nuestra declaración de identidad:

«Un movimiento guiado por el Espíritu que reúna a los católicos para cumplir su misión declarada. El movimiento reúne a una amplia gama de Organizaciones Católicas y miembros comunitarios de todo el mundo. Estos miembros caminan juntos en sinodalidad y comunión con la Iglesia universal en un viaje de conversión ecológica.

Buscando la unidad en la diversidad, los miembros comunitarios y las organizaciones miembro se reúnen para rezar, colaborar y movilizarse en respuesta al «clamor de la tierra y el clamor de los pobres». Guiados por un espíritu de subsidiariedad, cuando el momento y el contexto son adecuados, co-crean o se comprometen con los Círculos y Capítulos locales Laudato Si’ y se conectan con el movimiento global en una amplia gama de iniciativas para llevar Laudato Si’ a la vida.»

Proceso sinodal del Movimiento Laudato Si’ 2022

En 2022, el Movimiento Laudato Si‘ reflexionará sobre cómo podemos profundizar nuestro camino sinodal como movimiento y en comunión con toda la Iglesia comprometida en el Sínodo sobre la Sinodalidad. Como parte de esta reflexión de un año de duración, nos involucraremos en un proceso de consulta pública y reflexión que dará como resultado un documento presentado al Sínodo sobre la Sinodalidad para agosto de 2022 y una declaración de los principios del Movimiento Laudato Si’ relacionados con la sinodalidad para diciembre de 2022. 

Este proceso estará compuesto por sesiones de escucha, organizadas por los Círculos y Capítulos Laudato Si’ en todas las regiones donde el Movimiento Laudato Si’ está activo, así como por una encuesta en línea abierta a toda nuestra red.

Este proceso permitirá que la experiencia de la sinodalidad sea vivida por todos los miembros del Movimiento Laudato Si’, que tendrán la oportunidad de participar en encuentros de reflexión sobre sus experiencias y expectativas respecto a la misión del Movimiento Laudato Si’ en comunión con la Iglesia. Del mismo modo, podrán expresarse a través de la encuesta que evaluará cómo ven la sinodalidad en relación con los objetivos estratégicos del Movimiento Laudato Si’: Conversión Ecológica, Denuncia Profética y Estilos de Vida Sostenibles.

Los resultados de nuestro proceso sinodal de 2022 también se revisarán a la luz de la exhortación postsinodal del Papa Francisco, que se espera que se publique después del Sínodo sobre la Sinodalidad. De esta manera, el Movimiento Laudato Si’ busca continuar en su camino de profundización de la sinodalidad, mejorando la capacidad de escucha y de caminar juntos para cuidar nuestra casa común, siempre al servicio de la Iglesia Católica y en comunión con ella.

La sinodalidad a lo largo de la historia del Movimiento Laudato Si’

La sinodalidad ha estado presente en el Movimiento Laudato Si’ desde sus inicios y crece al mismo ritmo que nuestro movimiento busca profundizar en su capacidad de escucha y de caminar juntos. Nuestro movimiento nació en 2015 como fruto de un kairós, el momento oportuno de la publicación de la encíclica Laudato Si’ y el Acuerdo de París sobre el clima. Desde el principio, los cimientos del Movimiento Católico Mundial por el Clima, como se nos llamó entonces, estaban arraigados en profundos valores sinodales

Dentro de los miembros fundadores, ya existía la práctica del diálogo intergeneracional, como lo simboliza el joven Tomás Insuá que fundó el movimiento junto con representantes de mayor edad – esto adquirió nuevas proporciones con el lanzamiento de la Generación Laudato Si’ en la Jornada Mundial de la Juventud de Panamá, en 2019.

Los fundadores también simbolizaron la unidad en la diversidad a través de la presencia de tantos carismas diferentes de varias congregaciones, incluyendo los franciscanos, los Columbanos, las Hermanas de la Merced y también diferentes vocaciones con un gran respeto por la mayoría de los laicos. Cada año aumenta la presencia de diferentes congregaciones y movimientos laicos a través de nuevos socios y Organizaciones Miembro, así como el compromiso con la Red de Oración por el Cuidado de la Creación.

A medida que nuestro movimiento crecía, la presencia de jóvenes, mujeres, laicos y personas de contextos vulnerables en el Sur Global se hizo cada vez más evidente no solo en el aumento del personal sino también en las crecientes ramas de Animadores Laudato Si’. Siempre guiados por el Espíritu Santo en el compromiso de llevar Laudato Si’ a la vida, nuestro movimiento llegó a comprender su propia complejidad: somos un movimiento híbrido compuesto de comunidades locales y grupos influyentes que se unen por la misión conjunta de cuidar nuestra casa común en el espíritu de la ecología integral.

Un claro ejemplo de sinodalidad presente en nuestra historia es nuestro proceso de cambio de nombre. Como se indica en nuestra declaración de cambio de nombre, nuestro movimiento se sometió a una serie de sesiones de escucha y etapas de consulta con todas sus ramas y niveles de representación. El objetivo principal era debatir la intención de cambiar nuestro nombre y aclarar nuestra misión, nuestros valores fundamentales y nuestra estructura, pero asegurándonos de que todos estuvieran incluidos en este proceso de toma de decisiones. 

La importancia de escuchar a todas sus ramas se reconoce como una necesidad fundamental para que el Movimiento Laudato Si’ continúe su trabajo y su misión. Esto tiene efectos concretos en la forma en que el Movimiento Laudato Si’ se estructura internamente, al estar compuesto por la Junta Directiva, el Consejo Asesor, el personal y el Consejo Mundial de Miembros, así como externamente a través de los Animadores Laudato Si’, los Círculos y Capítulos Laudato Si’ y las Organizaciones Miembro.