5o Domingo del Tiempo de la Creación

Octubre 1, 2023 | 26avo Domingo del Tiempo Ordinario

ESCRITURAS
Ezequiel 18:25-28
Salmo. 25:4-9
Filipenses 2:1-11
Mateo 21:28-32

Lectura del libro del Profeta Ezequiel. Nuestras decisiones para el mal o para el bien importan a Dios.

El mensaje de Ezequiel afirma que las mayores decisiones afectan la dirección de nuestras vidas, incluso tarde en la vida, son asuntos de vida o muerte para nosotros. Nuestras decisiones importan. Dios pone atención a nuestra responsabilidad personal.

Nunca es muy tarde en la vida para responder al llamado de Dios a la conversión. Dios es compasivo. Pero puede ser demasiado tarde para responder al grito de la Tierra y prevenir 

la devastadora destrucción que provocarán los estilos de vida injustos, violentos, y pecaminosos que abusan de la Tierra y el continuo calentamiento planetario. 

¿Cómo podemos estar más atentos a los gritos de la Tierra reportados en casi todos los estudios científicos de la condición de nuestro planeta?

¿Cómo podemos ser más conscientes de nuestros valores económicos y sociales, nuestros patrones de consumo, nuestro cuidado por los pobres y marginados entre nosotros, y por las generaciones futuras?

¿Cómo podemos convertir la conciencia en una acción efectiva para limitar la devastación y sanar la Tierra?

El Salmo 25 recuerda la compasión y misericordia de Dios, pidiéndole a Dios que perdone los pecados y las debilidades de nuestro pasado y nos muestre la forma que debemos vivir. La conversión requiere crecimiento en el conocimiento de nuestra violencia, nuestra pecaminosidad, y fracasos. Evoca la oración por el perdón y la confianza voluntaria en el perdón compasivo de Dios.

El pasaje de la Carta a los Filipenses describe la respuesta de Dios a la oración para conocer el Camino: urgiendo la unidad de mente y corazón. sin hacer nada por egoísmo, teniendo la misma actitud de humildad, no violencia, y obediencia que Jesús vivió hasta el punto de la muerte en la cruz.

El ejemplo de Cristo Jesús es desafiante, al igual que sus enseñanzas sobre lo que es verdaderamente importante en la vida. Las bienaventuranzas y la parábola del juicio final nos ponen ejemplos realistas.

¿Cómo el ejemplo y la enseñanza de Jesús nos exhorta a lo que el Papa Francisco llama una conversión ecológica?¿Una conversión que sea capaz de provocar un cambio en las dimensiones sociales, económicas, culturales, y políticas de nuestras vidas?

Al contemplar el alcance de la humildad y sacrificio que Jesús abrazó, ¿crecemos en gratitud y valor?

En la parábola de Mateo de los dos hijos, Jesús llama la atención sobre la realidad demasiado familiar de que podemos aprender las cosas correctas que decir, pero lo que importa es lo que realmente hacemos. Él desafía a los principales sacerdotes y a los ancianos a cambiar y actuar en el camino de la rectitud y la justicia que Juan predicó.

En este Tiempo de la Creación, ¿qué están mostrando nuestras acciones acerca del llamado de Dios a la conversión ecológica, al Evangelio de la no violencia en nuestra relaciones con la Tierra y entre nosotros?

Las dimensiones medioambientales de una conversión ecológica integral:

¿Qué estamos haciendo por reducir la contaminación del aire, agua, y tierra que ha resultado de nuestras formas de vivir en la creación? ¿Qué estamos haciendo para abordar la violencia de la indiferencia y dominación, guerra, y militarización que están destruyendo nuestra casa común?

¿Cómo podemos crecer en una espiritualidad que nos ayude a reconocer, reverenciar, cuidar y compartir mejor los dones de la creación dentro de las cuales vivimos? ¿En qué confiamos nosotros y todos para la vida misma?

Las dimensiones económicas de una conversión ecológica integral: 

¿Qué cambios estamos llevando a cabo en la dimensión económica de nuestras vidas? ¿Cómo estamos resistiendo a la idolatría de la riqueza y las posesiones tan comunes alrededor del mundo?

¿Qué estamos haciendo para ayudarnos a nosotros mismos y a otros a comprender mejor los sistemas de economía ý desarrollo, de producción y distribución y consumo que han abusado y sobre utilizados los recursos del planeta, están amenazando su resistencia, y están destruyendo sus capacidades regenerativas?

¿Necesitamos reevaluar nuestros hábitos de acumulación? ¿Qué podemos hacer para abordar las terribles desigualdades de nuestra sociedad? ¿En la comunidad humana global en donde billones de personas viven en una pobreza devastadora? ¿Qué podemos hacer para cambiar las formas injustas en que nuestras economías distribuyen los recursos dados por Dios para todos, para satisfacer las necesidades de toda la vida?

¿Cómo podemos crecer en una espiritualidad que fomenta la simplicidad en los estilos de vida, estructuras de justicia para todos en nuestras economías, y las relaciones sostenibles y no violentas con el mundo natural?

Las dimensiones sociales de una conversión ecológica integral:

¿Cómo podemos trabajar juntos para superar las muchas expresiones de violencia en nuestras sociedades? ¿Pobreza y marginación? ¿Racismo, discriminación en nuestras comunidades, nuestras instituciones, nuestros países?

¿Cómo podemos trabajar para superar las divisiones que conducen a conflictos violentos, guerras, y destrucción de la creación?

¿Cómo podremos trabajar para desarrollar una espiritualidad más consciente socialmente, una que esté atenta a las injusticias de nuestras instituciones y cultura, una que trabaja para transformar conflictos no violentos, una que trabaje para levantar la Nueva Creación?

Reflexiones de Fe

¿Estás entre los que creen en Dios que crea la Tierra y el Universo con toda su diversa riqueza, belleza, y bondad, invitando a nuestra contemplación, asombro, y admiración agradecida?

¿Estás entre aquellos que creen en Dios que confía la Tierra al cuidado de la comunidad de la Tierra, invitándonos a vivir juntos en justicia, compasión, paz, y cuidado amoroso?

¿Estás entre los que creen en Jesús, que nos enseña que el amor a Dios, a los demás, y a la creación resume el significado y el valor de la vida?

¿Estás entre los que creen en Jesús, que insiste que nuestro amor debe expresarse en acciones no violentas de compasión, nutrición, y cuidado amoroso?

¿Estás entre los que creen en Jesús, Dios hecho carne y sangre, la parte humana de la Tierra, que vivió y respiró, trabajó, oró, y predicó entre nosotros, sufrió, murió en la cruz, y resucitó, glorificado, para mostrar claramente la extensión del poder de la vida y el amor de Dios?

¿Estás entre aquellos que creen en el Espíritu Santo que renueva la vida en la creación, gime en empatía con una creación sufriente y espera, trabajando con nosotros, el renacimiento de la creación?

Esta es nuestra fe. A través de ella vemos la revelación de Dios emergiendo de nuevas maneras entre nosotros. A través de ella abrazamos la promesa de que nuestros anhelos espirituales más profundos se cumplirán a través del Espíritu Santo en los siglos venideros. Amén.