Nuestro Director Ejecutivo durante los últimos nueve años, Tomás Insua, pasa a desempeñar una nueva función en el MLS. En esta carta nos habla de esta nueva misión que iniciará en 2024.

Queridas hermanas y hermanos, ¡paz y bien desde Roma!

Desde el anuncio del nombramiento de Susana Réfega como nueva directora ejecutiva del Movimiento, ha sido lindísimo recibir tantos mensajes desde distintos rincones del mundo. Estoy profundamente agradecido.

Muchos han preguntado: “¿Cuáles son tus próximos pasos?” Así que acá va una respuesta rápida, en línea con lo que compartí allá por febrero.

Para empezar, vale la pena repetir que si bien dejo la secretaría internacional, definitivamente no dejo el movimiento. Todo lo contrario. Vale la pena subrayar lo obvio: existen tantísimos lugares desde donde servir al Movimiento, como muchos de ustedes saben bien por su servicio en capítulos nacionales, Círculos LS locales, y demás. Como diría San Pablo: “Un cuerpo, muchas partes”.

Los nuevos proyectos son los siguientes. Primero y ante todo, está el viejo sueño de un nuevo proyecto del Movimiento en Asís. Armaremos un Centro LS para compartir y vivir este mensaje, integrado en un circuito más grande llamado “Asís: Tierra Laudato Si’”, conectando sitios franciscanos icónicos para proponer una experiencia “ven y verás” para conocer la LS.

Esto lo haremos con los franciscanos, la diócesis, otros socios locales, y voluntarios que estén interesados ​​en sumarse a este sueño. Iniciamos el Día de la Tierra 2024, pero apuntamos a estar plenamente operativos para el “Doble Aniversario LS” del 2025 (10 años de la encíclica y 800 años del Cántico).

Paralelamente, también seguiré contribuyendo al Tiempo de la Creación. Pero este proyecto es bastante diferente, de un carácter más académico, así que lo haré como parte de mi nuevo rol en el Instituto LS en la Universidad de Oxford.

Por último, también trabajaré unos meses apoyando a Susana en la transición. De hecho, ya empezó este proceso, así que pronto mandaremos un mensaje navideño con ella.

Gracias por estos años de camino juntos. Y gracias por lo que aún queda por delante.

Nos vemos en Asís si llegan a poder pasar. De lo contrario, o además, quedamos unidos en la oración y la acción. ¡Laudato Si’!